La mascarilla, quizá el principal símbolo de esta larga pandemia, ha dejado de ser obligatoria desde hoy en la mayoría de espacios interiores.

Casi dos años después de que el Gobierno central aprobase la obligatoriedad de usarla casi sin excepciones y a la vista de la buena evolución de la crisis sanitaria, el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez ha seguido la estela de la mayoría de países del entorno y a partir de ahora el cubrebocas ya solo será necesario en los ámbitos sanitario y sociosanitario, así como en el transporte público.

Ayer, a escasas horas de conocerse el contenido exacto del decreto español, la alegría y la prudencia en respuesta a esta esperada noticia convivían en las calles de Vitoria, donde seguramente seguirán viéndose aún por unos días -o semanas- bastantes mascarillas en espacios donde no sean obligatorias.

Porque todavía habrá situaciones de mayor riesgo y, lógicamente, aún no se ha perdido el miedo a un virus que todavía hoy condiciona el día a día de buena parte de la población. En definitiva, la responsabilidad y las ganas de seguir dando pasos hacia adelante confluyen en un escenario siempre imprevisible.

"Lo veo igual un poco precipitado. Estábamos con restricciones hace nada y ahora de repente se elimina la mascarilla. Yo creo que al principio no me la quitaré. Iré viendo un poco cómo vaya la gente y la situación", resumía por ejemplo Uxue Cárdenas, estudiante pamplonesa residente en Gasteiz, de paseo por la céntrica Virgen Blanca.

Libertad para elegir

En similares términos, aunque con matices, se expresaba Olga Verdaguer, turista catalana de visita en la capital alavesa. "A mí me parece estupendo, porque voy a hacer lo que me apetezca. Si realmente quiero ponerme la mascarilla en interiores porque lo veo necesario, me la pondré. Y si no, no. Pero los pequeños, creo que es mejor que no la lleven", reflexionaba esta visitante, en alusión a la eliminación de la obligatoriedad del cubrebocas para el alumnado.

Verdaguer, que se confiesa ya "acostumbrada" a utilizar la mascarilla, seguirá poniéndosela cuando se encuentre en ambientes concurridos. "No solo en autobuses o en los hospitales. Si entro en una tienda y hay mucha gente, también", reconocía.

La hostelería y el comercio son dos de los ámbitos donde, a pesar de que ya no deberá utilizarse la protección, muchos trabajadores continuarán llevándola. Sobre todo, en determinadas situaciones.

"Vamos a mantenerla"

Arrate Zapatería, trabajadora en la cercana tienda de Mendia Optika, avanzaba por ejemplo que en este local, al menos hasta nueva orden, van a seguir utilizando la mascarilla en todo momento.

"Los ópticos están en una zona un poquito más estrecha, donde no mantienen la distancia con el paciente. Ahí sí o sí vamos a mantener la mascarilla, y hemos decidido que en el resto de la tienda por ahora vamos a mantenerla también", apuntaba.

A nivel más personal, Zapatería consideraba que "si lo han decidido así -la eliminación de la mascarilla en este momento-, bien decidido está". Sin embargo, esta profesional ve "muchas cosas ilógicas".

"¿Por qué hasta ahora en un bar me la podía quitar y dentro de una tienda no?", se preguntaba.

Con cautela

Muy cerca de allí, en el céntrico bar Aldama, su responsable Ernesto abogaba también por la "prudencia", al menos en estos primeros días. "De momento vamos a seguir un poco en la misma línea y ver qué hace el resto de establecimientos. Por lo menos hasta ver cómo evoluciona la situación, vamos a mantener la mascarilla", contextualizaba este hostelero, aun mostrándose favorable a relajar la normativa.

"Lo lógico es volver a la normalidad, pero con un poco de cautela. En nuestro caso estamos trabajando con alimentación y se trata también de garantizar la seguridad del cliente", justificaba Ernesto.

De vuelta a la calle, David García, turista de la localidad castellonense de Vila-real, también se mostraba satisfecho por la decisión, aunque igualmente precavido.

"Es una medida que ya se ha tomado en otros países. No soy ningún experto en salud, pero supongo que si está haciendo ya es porque creen que tenemos que ir hacia esta nueva normalidad y que es positivo para todos. Pero veremos qué pasa", reflexionaba García.

"Lo veo igual un poco precipitado porque estábamos con restricciones hace nada"

Estudiante y vecina de Gasteiz

"Lo lógico es volver a la normalidad, pero lo haremos con un poco de cautela"

Responsable del bar Aldama

"Me parece estupendo. Si quiero ponérmela en interiores, me la pondré. Y si no, no"

Turista catalana

"Si lo han decidido así bien decidido está, aunque veo muchas cosas ilógicas"

Trabajadora de Mendia Optika

"Si se está haciendo ya es porque creen que tenemos que ir hacia esa nueva normalidad"

De visita desde Vila-real