ese al parón de dos años impuesto por la crisis sanitaria, los fieles católicos han tenido opciones de cumplir con los preceptos religiosos propios de la Semana Santa, aunque de maneras alejadas de la ortodoxia.

De hecho, en 2020, año en el que se suspendieron las procesiones de Semana Santa y las misas públicas a causa del coronavirus, la diócesis de Vitoria organizó para esos días un completo programa para que pudiera ser seguido sin salir de casa.

Así, el obispo, Juan Carlos Elizalde, presidió la misa crismal, que se emitió online, una cita importante para la iglesia pues es donde se consagra el santo crisma y se bendicen los óleos con los que se bautiza a los niños y se unge a los enfermos. Además, el rito de esta misa incluye la renovación de las promesas sacerdotales de todos los presbíteros de la diócesis, aunque estas promesas se posponen a más adelante, cuando la situación lo permita.

Todos los oficios litúrgicos se sumaban a los que el papa Francisco celebró en Roma, que fueron retransmitidos en horarios distintos a los de la diócesis de Vitoria para hacer compatible el seguimiento de ambas celebraciones.

Por su parte, las cofradías penitenciales de Vitoria, como es tradición desde hace siglos, mostraron al pueblo la pasión de Jesús desde sus centenarios pasos de Semana Santa. Si bien no se pudo hacer como siempre, dada la situación de confinamiento, organizaron las habituales procesiones de jueves y viernes santo en formato digital, con imágenes de años anteriores, los pasos de la Semana Santa por las calles de Vitoria.

Ya en 2021, el prelado gasteiztarra anunció la firma del decreto por el que suspendía las salidas procesionales del Jueves y Viernes Santo por la pandemia de covid-19. "Desde el inicio de esta situación, nuestra diócesis ha estado siempre primando la necesidad de salvar vidas y sumar acciones por frenar los contagios y ser así parte de la solución, algo que seguiremos haciendo con responsabilidad", afirmó.

Según informó la diócesis de Vitoria, el obispo de Vitoria escribió su tradicional carta pastoral abierta a toda la sociedad donde trasladaba su reflexión ante los principales retos para los próximos meses y en la que animó a todos seguir adelante "creciendo en la fe, en la esperanza y en la caridad". En la misiva, el prelado destacó la firma del decreto donde suspendía las salidas procesionales del Jueves y Viernes Santo por segundo año consecutivo por las calles de Vitoria y de muchos pueblos de Álava, al tiempo que recordaba que las principales celebraciones se iban a hacer de la manera más acorde con las actualizaciones sanitarias vigentes en ese momento.