La unión hace la fuerza y eso es, precisamente, lo que pretenden conseguir el Ayuntamiento de Vitoria y la asociación vecinal Ensanche XIX, al presentar de forma conjunta un proyecto para proteger el patrimonio de este barrio decimonónico de la ciudad con el fin de acceder a los fondos europeos de la convocatoria de Investigación e Innovación del programa Horizon.

Con el fin de que todos los conceptos que se quieren conservar queden bien definidos, ya se ha contratado a una consultora especializada, Naider, puesto que a mediados de abril el informe que debe tener 40 páginas, "ni una más y ni una menos", tiene que estar ya presentado.

Y para que ni una idea quede en el tintero, llaman a la participación de todos los agentes del Ensanche gasteiztarra. "Nos gustaría que arrimen el hombro porque no es fácil que nos adjudiquen un proyecto de estos, ya que el porcentaje de éxito de las solicitudes del programa Horizon llega al 13%. Es un trabajo de fondo y no queremos que caiga en saco roto el esfuerzo que hagamos", explica José Luis Azkarate, del colectivo vecinal Ensanche XIX.

Revitalización económica

Se trata, como la califica, de una "oportunidad" para reforzar la colaboración entre el comercio y hostelería con el fin de que aporten ideas nuevas que revitalicen la actividad económica del Ensanche, "porque si el patrimonio no es útil, se abandona y así es imposible conservar". Asimismo, animan también a que colaboren los propios vecinos, "que pueden, por ejemplo, fomentar la cooperación entre manzanas y adecentar así algún patio".

Edificios, patios y ruinas

El patrimonio a proteger en el Ensanche de Vitoria sería algunos edificios del siglo XIX catalogados. La calle Manuel Iradier, como ilustra Azkarate, es un buen ejemplo a tener en cuenta, al contar con varios edificios de carácter monumental o protegibles. Incluso las ruinas del convento San Francisco que quedan en algunos patios del Ensanche para su puesta en valor y el parque de La Florida, con 201 años, entrarían "perfectamente" en esta categoría de monumento y hasta la taberna Felipe (en los últimos tiempos llamada Txertena) puede ser también patrimonio, "porque impartía todo un estilo al Ensanche".

Y es que, como precisa, "cuando hablamos de patrimonio tenemos que entenderlo en clave evolutiva y creo que eso es parte de la clave del programa Horizon. Tiene que compatibilizarse con la posibilidad de ahorro energético o la posibilidad de instalar energías renovables. El objetivo es que no se nos vacíen las viviendas, que sigan habitadas y que cada vez se gaste menos en energía". ¿Por qué no pensar en una manzana que comparta un proyecto de calefacción?", apunta.

Heramientas más ágiles

A su juicio, el urbanismo convencional "ya no sirve a los vecinos, a los barrios ni a la ciudad consolidada. Hay que entenderlo en clave evolutiva. Hacen falta herramientas mucho más ágiles al servicio de la ciudad que ya está construida. Echamos de menos la imagen de un Ensanche recuperado, como el que podríamos tener de aquí a 30 años, con unos patios que nos cuesta imaginar ahora, revegetados, unos edificios que puedan incorporar energías renovables, edificios rehabilitados incorporando terrazas... Nos gustaría imaginar ese nuevo urbanismo que no entienda el patrimonio como piezas aisladas, sino como una ciudad entera y viva".

Solo así este proyecto tendrá más papeletas para ser beneficiario de estos fondos, que según estima Azkarate, podrían ascender a 2-2,5 millones de euros, y que serían a repartir entre tres ciudades europeas participantes en este proyecto. Una de las cuales podría ser Baiona, a través de su asociación Bayonne Centre Ancien. Un primer gran paso, en definitiva, para hacer realidad un nuevo Ensanche de Vitoria.