La calle Gorbea de Vitoria ha sumado en los últimos meses a su oferta comercial dos nuevos establecimientos que harán más fácil la vida de las personas veganas de Álava y a todas las que, en general, apuestan por la sostenibilidad a la hora de hacer una limpieza integral, tanto de su cuerpo y cara como de sus hogares, con unos curiosos detergentes ecológicos que venden a granel, aparte de los de cosmética. En el primero de los casos se trata del supermercado Andares Veganos, abierta desde mayo en el número 17 de esta popular vía vitoriana, y en el segundo, de CleanUp Bio, ubicada en el número 8, y en funcionamiento desde hace apenas un mes, en septiembre.

Una madre y una hija, Soraya Arias y Leticia López, respectivamente, son las que regentan Andares Veganos. "Nosotras somos veganas desde hace tiempo y siempre que queríamos comprar algo teníamos que o ir a Bilbao o recurrir a internet, pero en este caso, si los productos estaban congelados, los tenías que comer rápido o tenías que hacer un buen pedido para que no se dispararan los gastos de envío. Se nos ocurrió que si nosotras mismas teníamos esa necesidad, más gente también la tendría", explican.

Gran demanda

Y vaya si había demanda en la capital. "El día de la inauguración vino mucha gente a felicitarnos por haber abierto este supermercado. Sí que había tiendas ecológicas que vendían cosas veganas, pero al lado te estaban vendiendo huevos o carne y al final es doloroso. Lo pasas mal, si te encuentras eso", lamentan.

Pero nada de eso pasa en su establecimiento, ya que no hay ningún producto de origen animal, por lo que, como destacan, es un alivio no tener que estar buscando las etiquetas: "Si te gusta, lo echas a la cesta". Ni tienen que conformarse con "los dos o tres quesos" que hasta ahora podían encontrar en otros establecimientos de la ciudad.

"Aquí no pasa eso porque estamos en continua renovación de productos. Estamos siempre trayendo cosas nuevas y abiertas a las sugerencias de la gente porque intentamos conseguirlo. Sobre todo, estamos abiertas a novedades y en intentar tener lo que a nosotras nos resultaba más difícil de encontrar".

Sus puertas, de hecho, están abiertas a toda la ciudadanía, ya sea vegana, en proceso de serlo, o simplemente por probar, como el vecino de Leticia, un señor de 74 años, "de los que cree que los animales están para comerlos", y que ahora viene dos veces por semana, derecho a lo que ya ha consumido: su leche, su serranito andaluz, calamares... "Nuestra finalidad principal es que no se maten animales", remarcan.

Un ejemplo de su amplio surtido son sus quesos, "el rico tofu de Zuaitzo" de un obrador vitoriano, porque intentan traer proveedores locales, el montón de embutidos, desde jamones a peperonis, hasta cachopos. Sí, como se lee, solo que en vez de contener filetes de ternera, no contienen origen animal, "pero recuerda totalmente. Es a base de sojas, algas y verduras y, desde luego, lo que no hay es sufrimiento animal por ninguna parte", enfatizan. Y hasta pescados, como salmones que cuesta creer que no hayan crecido en el mar por la apariencia que tienen. "Hay calamares, txaka...", añaden. Y, sobre todo, sabor, "cada vez más logrado, como en el atún".No solo lechuga

Una variedad que es muy importante para mejorar la variedad de platos que las personas veganas se llevan a su mesa, "porque mucha gente piensa que comemos lechuga y ya está. Desde luego que las verduras son la base de nuestra alimentación, pero también puedes comer verduras que te recuerden o que te sepan, lo cual está también genial".

Por eso mismo también venden aparte de suplementos y cosmética, dulces, por lo mucho que cuesta encontrar postres sin que tengan huevos o leche de vaca. "Y tienen mucha demanda, junto con los helados y las 'chuches'", aclaran. Andares Veganos colabora también con refugios de animales, como con las tazas y bolsas que tienen a la venta a favor del Santuario de La vida color frambuesa, de Álava, o con una hucha para dejar donativos.

Ahora están cogiendo ya las reservas para productos de Navidad "porque como colaboramos con obradores pequeños, tienes que pedir con mucha antelación para que esté listo para esas fechas", cuenta este establecimiento de la calle Gorbea. Una arteria que eligieron "porque es superreconocida, al decir dónde estamos ya todo el mundo sabe, para venir está bien comunicada, hay más comercio de barrio y luego también hay muy buen ambiente entre los propios comerciantes o con la asociación, que está aquí mismo -señalan- y enseguida se ofrecen y te dicen que están ahí para ayudarte. Hay muy buen rollo".Limpieza integral

Limpieza "integral", tanto para la casa, como para la personal tanto para el cuerpo, la cara, y esa que conlleva el cambio de paradigma para concienciarse más con el medio ambiente, acabando con residuos como los plásticos, "que nos están llegando hasta el propio organismo" es lo que llevó a Natalia Fuente Gil, una madrileña, pero criada en Vitoria, a abrir el 18 de septiembre CleanUp Bio (calle Gorbea, 8), una tienda especializada en productos de limpieza para el hogar, a granel, ecosostenibles, biodegradables, hipoalergénicos y neutros, en el que también se pueden encontrar cosmética ecológica. Sin embargo, esta comerciante no partió de cero ya que en Madrid tuvo otra durante cinco años y medio.

Pero en Vitoria son muy pocos los negocios en los que se pueden encontrar productos de limpieza sostenibles. "Veía que había un problema real con el tema de los plásticos. Me abrumaba cada vez que iba al supermercado y veía todo esos lineales con embotellados de bebidas... Se me ponen los pelos de punta porque creo que somos incapaces de reciclar todo eso", recuerda.

Y así, tras ponerse a investigar, esta mujer, que durante años trabajó en el equipo de Marketing de Yoigo, cambió de rumbo profesional. "Yo confío plenamente en este sistema y creo que hay que volver a él. Decidí crear mi propia marca y elegir a un químico que tiene una fábrica en Toledo muy pequeñita con una conciencia tremenda tras pasar por una serie de experiencias con el cáncer y con 25 años de trayectoria profesional, con lo cual conoce muy bien los ingredientes y los productos. Está a la vanguardia en los químicos sintéticos, para que tengan la misma función de limpieza sin que sea nociva", resalta Fuente, que en estos momentos, trabaja con media docena de tiendas a las que distribuye sus productos (cuatro en Madrid, Barcelona, Toledo y Vitoria).

Dentro de sus productos de limpieza, hay de todo: para la vitrocerámica, detergentes, limpiacristales, para el parqué o para el lavavajllas ya que "trato de cumplir con toda la gama de productos que ahora mismo están en el mercado".

Y sus precios no se disparan. El limpiacristales, por ejemplo, está a 2,60 euros el kilo, no el litro, porque lo vende al peso y el detergente a 2,90. "Podría poner estos productos, como la marca más conocida que hay en España con su línea eco, por 5-6 euros el litro de detergente. Es verdad que tendría más margen, pero prefiero tener menos y llegar a más público para que sea una opción de la gente y que no sea inalcanzable", argumenta.

Los vende a granel "porque lo ideal es que el cliente traiga su propio envase", pero también los clientes pueden coger las botellas que ya hay vacías en su local.Cosmética

En CleanUp Bio también tienen cosmética, aunque no es de ella, pero los que hay se asegura de que sean ecológicos, como las alianzas comerciales que busca en estos momentos en Euskadi o en la propia calle Gorbea, como en la peluquería Lamiak, en Fresa y Chocolate... fruto del buen feeling que dice que hay en esta vía de Gasteiz.

En sus baldas de cuidado personal también se pueden encontrar productos de bambú, en los que está especializado un matrimonio de Mondragón: desodorantes en crema que vienen en lata, acondicionador, maquinillas de afeitar... "Hay productos que son de alta cosmética que nada tiene que ver a Lancòme. Muchas veces esos productos tienen un aspecto y textura parecida. Aquí pueden sentir y oler ingredientes sin origen animal". Hay cremas que son hidratantes y regenerantes que pueden servir para todo, "como la que vendo a envase de un litro, que sirve para todo". Y jabones enriquecidos con aceite de karité, argán, con árbol de té, rosa mosqueta... Que vende a peso, a 4,50 euros los 100 gramos.

Y hasta braguitas menstruales, que nada más ponerlas esta profesional en el escaparate causaron furor. "La verdad es que son tan bonitas que sirven para hacer un regalo", muestra con orgullo la propia de la tienda de CleanUp Bio, un lugar en el que también se crea comunidad. "Nos damos consejos entre unos y otros", presume Fuente.