A comienzos de julio el Ayuntamiento de Llodio decretó el cierre, de manera preventiva, de las instalaciones del matadero municipal, tras detectarse posibles deficiencias en la gestión de residuos y su tratamiento. A fin de evitar que pudieran surgir otros problemas de tipo medioambiental, se optó por clausurar la instalación de manera inmediata. Una medida que, desde entonces, ha estado levantando las críticas del sector primario, exigiendo la reapertura del servicio.

Todo apunta a que recuperar la actividad en esta instalación irá para largo, ya que las investigaciones llevadas a cabo en las últimas semanas, para conocer a fondo las razones por las que se ha generado esta situación anómala en el funcionamiento del matadero, han arrojado "diversos incumplimientos de los pliegos de condiciones administrativas y técnicas por las que se adjudicó su gestión en 2019, por lo que los servicios técnicos de contratación consideran necesario resolver el contrato, y así lo hemos secundado desde el equipo de Gobierno, aunque el asunto está ahora trabajándose en una comisión político-técnica", informó ayer el alcalde, Ander Añibarro.

Éste también dio cuenta de que el Consistorio ya está trabajando en unos nuevos pliegos, de cara a poder sacar a licitación el servicio "dentro de este año", y que -aunque las anteriores bases ya estaban redactadas teniendo en cuenta las nuevas normativas, "permitiendo aligerar el trabajo"- se trata de unos trámites que llevarán su tiempo, y alargarán el cierre de la instalación a una fecha no determinada. En este sentido, desde el Ayuntamiento también van a trabajar en una línea de ayudas para los ganaderos y carniceros que tengan su explotación en Llodio, "de cara a que puedan desplazarse a otro matadero y continuar con su actividad", matizó el regidor, que no quiso aventurarse a dar una cifra "porque la cuantía a destinar a estas ayudas dependerá de la situación de las arcas".

Lo que sí dio es un ejemplo para hacerse una idea de a cuanta gente podría ser beneficiaria de esta ayuda. "De las 3.080 vacas que se sacrificaron en nuestro matadero en 2020, solo 60 eran de Llodio", apuntó Añibarro. Con todo, en esta infraestructura se sacrifican "70.000 kilogramos de carne al mes, y da servicio a 110 carniceros y medio millar de ganaderos", según aportó a este diario en agosto, el actual gestor de la instalación, con once operarios, que tenía contrato hasta el próximo 30 de septiembre.

En concreto, las irregularidades detectadas que han llevado a plantear la rescisión del contrato están relacionadas con la retirada y tratamiento de residuos (estiércoles y contenido de tubo digestivo), que "no se está llevando a cabo por gestor autorizado, como indican los pliegos", explicó el alcalde. Sumado a que "no se han realizado los controles de vertidos de aguas residuales, y se han incumplido diversas medidas para reducir su volumen y carga contaminante; ni llevado a cabo, entre otras, trabajos de mantenimiento y conservación de las instalaciones y maquinaria relacionada con la limpieza del pozo séptico", enumeró Añibarro, que insistió en que todas ellas son cuestiones recogidas en los pliegos de adjudicación del servicio, y por tanto "de obligado cumplimiento para el adjudicatario".

Otro asunto que atañe al matadero de Llodio es que parte de la maquinaria pertenece a la empresa que se ha estado haciendo cargo de su gestión durante los últimos 21 años (GYE Emusan), por lo que de rescindirse finalmente el contrato y no concursar ella por el mismo, el Ayuntamiento tendría que ponerla, de seguir apostando por la continuidad de este servicio. Algo que el alcalde quiso también dejar claro ayer, asegurando que "este equipo de Gobierno no se plantea en ningún momento el cierre definitivo de esta instalación, aunque sí es cierto que requiere de unas inversiones potentes, y se están analizando todas las posibilidades", apuntó.

De hecho, queda pendiente de abordar la obra que permitirá derivar los vertidos del matadero al colector municipal y dejar preparada la red para la llegada de la EDAR (depurador de aguas residuales del Nervión); pero es un tema en estudio, ya que los 450.000 euros de coste previstos en un principio, se han elevado a 900.000 euros.