- La transmisión del covid se frena y la incidencia acumulada de los contagios en Euskadi baja de los 500 casos por 100.000 habitantes en 14 días por primera vez en más de un mes. Tras 19 días de descensos, el miércoles se situó en 489, un dato que permite abandonar el escenario de transmisión muy alta Para contextualizar la importancia de esta caída hay que subrayar que el pasado 29 de julio, la incidencia se situó en 873 casos, una barrera insoportable que dibujaba una pandemia completamente descontrolada. Hasta entonces, el pico de transmisión se había tocado el 5 de noviembre de 2020, en plena tercera ola, con 850 casos.

No obstante, la consejera de Salud indicó ayer que “se está muy por encima de las previsiones que se habían realizado en junio y de cualquier escenario en que pensemos que estamos saliendo de esto”.

El Gobierno Vasco estableció que para reducir las actuales restricciones la incidencia acumulada debía de bajar de los 500 casos por 100.000 habitantes en dos semanas -que marca el límite entre un escenario de transmisión “muy alta” a otro de transmisión “alta”- y, sobre todo, debe mejorar la presión hospitalaria.

Porque en los hospitales, los datos no invitan al optimismo. Sobre todo en las Unidades de Críticos que soportan una elevadísima presión con 78 camas ocupadas con pacientes muy graves, tres más que en el última balance. Volviendo a enmarcar las cifras, el 1 de julio había solo 33 enfermos vascos que requerían este tipo de cuidados críticos. Y lo que es peor, “todavía no se prevé una evolución en descenso de esos datos”, según precisó Gotzone agardui. “El riesgo es real y el riesgo es la vida humana”, advirtió.

En los hospitales vascos, a lo largo del miércoles 34 personas ingresaron por covid, 16 menos que el martes y el total de hospitalizados en planta desciende a 241, 15 menos que el día anterior. Por eso el Ejecutivo vasco decidió el miércoles mantener las medidas de prevención vigentes al menos hasta el jueves día 26, cuando se volverá analizar la situación. En la cuarta ola, las multitudinarias despedidas de las aficiones de la Real Sociedad y el Athletic en vísperas de la final de Copa coincidieron con el cambio, a peor, del escenario epidemiológico en Euskadi. En la actualidad, los viajes de fin de curso, las no fiestas y botellones, la mayor movilidad y la variante delta, han dado el golpe de gracia, provocando la escalada de la quinta ola. Porque la curva sigue bajando pero muy lentamente. El miércoles se hicieron 7.268 pruebas, 93 menos que la víspera, en las que se detectaron 702 nuevos contagios, 46 menos, con lo que la positividad se sitúa en el 9,7%, cinco décimas menos que el martes. Solo en Bizkaia aumentó el número de casos positivos, 414. En Araba bajaron a 119 y en Gipuzkoa a 153, a los que se suman 16 residentes fuera de Euskadi.

La menor capacidad de transmisión del virus se pone de manifiesto también con el valor R0, el que indica a cuántas personas puede contagiar un enfermo. Ahora se sitúa en 0,98, dos centésimas menos que el día precedente. Ha bajado sobre todo en Araba (0,95), también en Gipuzkoa (0,87) y se mantiene en Bizkaia (0,87).