Buena parte de los cultivos que existen en Montaña Alavesa, así como numerosas huertas familiares en varias localidades sufrieron ayer las consecuencias de las torrenciales lluvias, acompañadas de granizo en varios momentos de la tarde. Cereales tumbados o con el grano perdido, cultivos hortícolas partidos por la fuerza de las descargas y patatas al aire y con la mata partida, frutos arrancados de los árboles han dejado una amarga imagen así como pérdidas para sus propietarios.

La tormenta, además, se cebó con numerosos edificios. En Maeztu el comedor, el gimnasio y la haurreskola se inundaron, lo mismo que parte del frontón cubierto o el edificio multiusos, donde quienes se encontraban en esos momentos tuvieron que colaborar para achicar el agua que entraba en el edificio. También los bajos del ayuntamiento, en la antigua estación de ferrocarril, quedó anegada por agua y barro en las oficinas, lo mismo que el ascensor.

En otras localidades, como Apellaniz o en Sabando hubo desplazamientos de terreno. En ambas localidades la tierra de dos huertas fueron a parar a la calle y hubo que pedirse el apoyo de los bomberos de Campezo para liberar el paso para los vecinos.

Junto a estas informaciones, facilitadas por el alcalde, Anartz Gorrotxategi, hay que lamentar muchos daños en caminos rurales a causa de las escorrentías y es que en algunos momentos cayeron cerca de 80 litros de agua por metro cuadrado