Lucía Gallego es directora del Laboratorio de Antibióticos y Bacteriología Molecular en la Universidad del País Vasco, también es profesora en este mismo departamento e investigadora en la facultad de medicina y enfermería. Lleva, prácticamente, toda su vida laboral (más de 28 años) dedicando su esfuerzo y dedicación a la investigación y, por eso, ahora ve con preocupación ciertas decisiones que se están tomando en relación a la vacunación, desoyendo la opinión de los expertos. Sin rodeos y tajante, asegura que Euskadi "no debe comenzar con la vacunación en menores de edad". Al menos, hasta que las investigaciones "garanticen" un alto porcentaje de beneficio en las mismas.

¿Cree que Osakidetza debería vacunar pronto a los menores de edad?

-No, creo que debemos ir con calma, hay que vacunar en primer lugar a toda la población adulta y a todas las personas vulnerables y dejar que continúen los ensayos clínicos en menores de edad. Quizá haya personas que prefieran ir a una velocidad más rápida pero con la vacunación en adultos fuimos rápidos y, en más de una ocasión, hemos tenido que volver a la casilla de inicio. Antes de que la vacuna llegue a los menores hay que incidir en muchos aspectos para que la vacuna tenga seguridad y eficacia.

¿Qué aspectos?

- Por ejemplo, hay que insistir e incidir en la necesidad de que se tengan en cuenta otros factores como la raza, el género, la edad ya que no es lo mismo tres años o 15, y hay que ir investigando punto por punto. También es muy importante que se cumplan los protocolos marcados por los expertos en su totalidad porque, por ejemplo, en algunos países solo se ha administrado la primera vacuna y ahora la cepa india se está transmitiendo de una manera increíble. Es mejor ir despacio e ir asentando fases, que correr y tener que andar retrocediendo. No hay que dejarse llevar por la urgencia, es mejor pensar bien las decisiones basadas en evidencias científicas.

Y una vez que se hagan estos ensayos, ¿cree que se debería vacunar a una parte de la población considerada como asintomática?

-Sí, por supuesto. Los niños son reservorio del virus y aunque, en la gran medida, desarrollen el virus de manera asintomática, siguen siendo portadores. Además, también se han dado casos de niños que se han contagiado y han desarrollado una enfermedad inflamatoria multisistémica. El objetivo final es que el coronavirus deje de circular por el mundo y para eso hay que vacunar a toda la población.

Gracias a la vacunación, ¿los ciudadanos podrán volver a la normalidad de antes?

-No. Es necesario que los ciudadanos cambien esa mentalidad. No se puede volver a lo de antes, porque si no el coronavirus volverá a circular a su antojo. La vacuna es una herramienta más de todas las que tenemos que seguir contemplando. Es cierto, que es la herramienta más fuerte contra el coronavirus, pero deben seguir ahí las distancias de seguridad, el uso de las mascarillas especialmente en lugares cerrados y la higiene constante de manos.

¿Cree que en un futuro esta vacuna estará dentro de la campaña de vacunación infantil?

-Hay expertos que sí que lo barajan pero todavía no se sabe cuánto tiempo dura el efecto de esta vacuna como para determinar si su dosis habrá que repetirla cada temporada o no. De momento hay que llamar a la calma, ir inmunizando a la población y ver el tiempo que están protegidos contra todas las cepas.