Tras la realización de un estudio por parte de los técnicos municipales del Ayuntamiento de Logroño, municipio en el que se derrumbó parte del Puente Mantible, una joya arquitectónica a medio camino entre Lanciego y la capital riojana, se ha realizado una asistencia técnica centrada en la valoración con criterios arqueológicos de la bóveda caída, el estado de los arranques del arco y de las dos pilas para poder realizar las modificaciones en el proyecto inicial y la reconstrucción del arco derruido. La parte alavesa de esta joya estaba consolidada tras numerosas inversiones previas por parte de la Diputación.

El concejal de Patrimonio y Centro Histórico de Logroño, Adrián Calonge, ha detallado que, aunque el derrumbamiento se produjo por el movimiento de la pila 2, bien por el deslizamiento de su base o por un giro de la misma, el estudio realizado no descarta que el arco haya colapsado por la caída masiva de dovelas o de fragmentos completos de la bóveda. De hecho se ha comprobado que se había desprendido grandes lajas de piedra de la cimentación del arco.

Con el nuevo proyecto en la mano y en función de diferentes factores -técnicos, meteorológicos o el imprevisible comportamiento del río Ebro-, se estima que la ejecución de la obra tenga una duración estimada de diez meses, frente a los seis marcados antes del colapso del arco. Al importe previsto antes de la caída para consolidarlo de 703.460,80 euros se le han añadido ahora 68.753,50 para la reconstrucción.

Aunque la reconstrucción del arco que colapsó el pasado invierno supone la principal modificación con respecto al proyecto inicial, el primer cambio reseñable son las diferentes actuaciones necesarias para consolidar la pila 2 del Puente Mantible, más perjudicada que antes del derrumbe. Por ello, y para asegurarse del estado real de la base sumergida de la pila y de la oquedad descubierta en agosto de 2019, será necesario realizar una nueva prueba subacuática. A continuación, se rellenará la cavidad con material hidrofugante para poder evacuar el agua usando métodos a presión, procedimiento que también se llevará a cabo en las nuevas oquedades o fisuras que se puedan detectar y se reforzará la cimentación mediante cables tensores o barras de acero que hilvanen los estratos que hay bajo la pila y la anclen.

El plan de trabajo contempla en una primera fase recuperar las piezas caídas, sanearlas, limpiarlas y restaurarlas, y en la segunda fase se reconstruirá el arco sobre una cimbra con las piezas originales y las nuevas en aquellos lugares donde sea necesario. La construcción de la estructura en altura se llevará a cabo antes de las lluvias otoñales y cuando la pila 2 esté asegurada.

703.460

Al importe previsto antes de la caída para consolidarlo de 703.460,80 euros se le han añadido ahora 68.753,50 para la reconstrucción. La parte riojana del puente está en peor estado que la alavesa, en la que la Diputación ha invertido para mantener en pie esta joya arquitectónica.