El vitoriano Rafael Resines es todo un profesional en el arte de catalogar documentos, como archivero de la Fundación Sancho el Sabio que es. Por eso mismo, hace un año se le ocurrió que podría poner en práctica toda su experiencia en eso de bucear en todo tipo registros para seguir a su corazón, a esa pasión que siente por La Blanca. Esas fiestas que ha vivido y disfrutado desde hace 20 años vestido con la blusa negra de Bereziak, y de las que ahora se ha propuesto reunir todas las pegatinas de esos grupos encargados de bombear vida a las celebraciones de la patrona de Vitoria, tanto actuales como antiguos. El objetivo es publicar un libro para conservar su historia y evolución. Hasta ahora ha recopilado 400, pero se ha puesto el reto de lograr "por los menos cien más", para que este volumen pueda ver la luz cuando Celedón baje de la torre San Miguel en el año 2022, si la pandemia no lo impide: "Quiero que la gente tome conciencia de que las pegatinas son también un patrimonio documental de La Blanca. Parece que como están en un contexto festivo, son de broma, pero realmente son un documento bueno, de la historia de su cuadrillas y de sus diferentes épocas, que merece la pena intentar ser rescatado", explica este historiador del arte.

La idea de embarcarse en este proyecto empezó, precisamente, por ser blusa. "Tenía alguna pegatina por casa y alguna vez pedí a mi cuadrilla si alguien tenía más para intentar hacer una especie de archivo de la misma. Reuní unas pocas y ahí se quedó la historia, pero el año pasado estuve pensando qué se podía hacer al respecto, teniendo en cuenta que no hubo fiestas, y se me ocurrió esta idea de hacer el libro", aclara.

Sobre todo, como dice, porque con el paso del tiempo es inevitable que muchas de ellas se vayan perdiendo, tal y como ha sucedido con las cuadrillas de los años 80 que han ido desapareciendo, "y hay otras muchas que no voy a poder encontrar. Eso lo tengo clarísimo. Es rescatar algo que, por lo general, la gente no intenta guardar. Por eso lo ideal es que en cada cuadrilla haya un encargado de conservar las pegatinas de cada año".Muy visual

Resines tiene claro que intentará hacer una publicación lo más divulgativa posible, sin que haya análisis "sesudos" de por medio, como resalta, ya que lo que predominará será el formato visual.

Y aunque él es el único autor de este proyecto, "porque empecé solo y sigo solo", y eso que conlleva un proceso "largo y de difícil recuperación", añade que en cuanto la gente ha empezado a conocer de su existencia, ha encontrado muchas manos dispuestas a ayudar. "En cuanto se lo conté a gente de la cuadrilla y a amigos, la reacción de todos ha sido alucinante. Me he sorprendido de lo predispuestos que están para buscar todas las pegatinas que puedan, porque les parecía guay la idea. Creo que la gente tiene cariño a los blusas y neskas porque representan esos recuerdos que tienen de las fiestas de La Blanca", declara.

Gracias a esa colaboración, y al llamamiento que hizo a través de sus redes sociales, muchos le han ido llamando para ofrecerle las que tenía por casa o las que guardaban tíos o allegados. "Es una pasada", comenta. Si bien, puntualiza que para todas esas personas que no quieran desprenderse de sus pegatinas, debido a ese apego emocional que sienten por ellas, también se las pueden prestar para que las digitalice y luego él se compromete a devolverlas. "Con que me dé tiempo a escanearlas me vale, no soy un coleccionista", remarca.

Respecto a esos 400 adhesivos que ya ha recopilado, ya tiene pegatinas de todas las cuadrillas actuales, "que son como unas 26" y de otras desaparecidas, ha encontrado unas cuantas, "sobre todo las de los años 80, cuando dejaron de existir Azkenak, Potxarrak, o la de Mozkortu, que desapareció en 1987", detalla. Pero hay otro montón que todavía se le resisten, "como las de Los Silenciosos, de las que no he encontrado nada, o de la de Gazteluak. De esas me haría mucha ilusión porque es parte de una historia que de lo contrario, no se conserva. Y luego hubo otra de mujeres, Sorginak, de las que tampoco tengo nada".Las más curiosas

Resines, asimismo, ha encontrado otras pegatinas curiosas, como las de cuadrillas no oficiales, "porque no salen en el paseíllo, pero también organizan actos, aunque no tengan txaranga". De esas ha encontrado "tres o cuatro" y está de lo más satisfecho, ya que "estos grupos son casi el espíritu de los blusas y neskas actuales".

Gracias a amigos y conocidos se ha puesto en contacto con varios coleccionistas que tienen entre sus tesoros pegatinas de las cuadrillas de blusas y neskas. "Uno de ellos me ha dejado toda su colección, para que la digitalice y otros dos están ello", precisa.

En el archivo de la Fundación Sancho el Sabio ha encontrado bastantes, y en el Archivo Municipal algo menos, "he encontrado muy poquitas. Tendrán unas 20", detalla con pesar. Si bien, su sonrisa vuelve a aparecer a la hora de contar todas las que le han llegado, gracias al llamamiento que hizo a la ciudadanía a través de redes sociales, "de ahí me han venido bastante, de gente que tenía por casa y me las ha dado". Y se agranda más todavía cuando cuenta las que más gracia le hacen: "La de Los Txismes porque siguen teniendo ese espíritu de hacer crítica con la pegatina". También le gustan mucho las de Petralak, "porque es un dibujo que cada año cambian y es muy chulo su diseño, como de cómic".

Aunque preguntado Resines por alguna por la que tenga especial predilección, barre para casa. "Me gusta esta de Bereziak. Si la tocas, tiene relieve y parece como si fuera de terciopelo, pero no es porque sea de mi cuadrilla, es que es supercuriosa", muestra con orgullo este vitoriano al que se le puede ayudar en pegatinasblusas@hotmail.com. l