Los vecinos de la zona rural del municipio de Ayala -concretamente los residentes o propietarios de caseríos en Zuaza, en las inmediaciones de la carretera secundaria que lleva de Respaldiza a Okondo- llevan quince días preocupados por los robos que se están registrando en la zona y que, hasta el momento, han afectado a cinco viviendas y una iglesia. "Tenemos el baserri materno de la mujer en Zuaza, aunque vivimos en Amurrio, y aunque sí que nos faltó un depósito de acero inoxidable hace unas semanas, tampoco le dimos mucha importancia, pero con los tres casos del miércoles ya nos han saltado las alarmas, porque van cinco casas en quince días, más la iglesia", explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, uno de los afectados.

En concreto, los vecinos sospechan de "una banda de chatarreros a bordo de furgonetas", a tenor de lo hurtado, ya que se trata, en su mayoría, de bajadas de canalones de cobre o cable de tendido eléctrico, "aunque también hay un caso de una desbrozadora"; mientras que en la parroquia de Zuaza "sí ha ido la cosa a mayores, pues se han llevado varios candelabros, un cáliz y una cruz de plata, sin mencionar el destrozo en la Sacristía, donde dejaron la ropa tirada, todo revuelto y sin respeto alguno", manifiesta otra vecina.

Además, los afectados coinciden en el carácter "vandálico" de los hechos, ya que "rompen ventanas con rejas, por las que saben no van a poder entrar, a pesar de haber ya roto la puerta. Son ganas de hacer daño, robo a parte", opinan, quienes ruegan la colaboración ciudadana para avisar a la Ertzaintza cuando se detecten movimientos extraños por la zona, ya que se ha constatado un aumento del tráfico en esta vía secundaria que lleva a sospechar. "Vino la policía científica a mirar todo y nos insistió mucho en eso, porque si no se dan denuncias u avisos por furgonetas sospechosas o similar no pueden actuar con prontitud; en cambio, si se les facilita una matrícula pueden parar al conductor; y lo mismo, a la hora de poner la denuncia de lo extraído que, a veces, por falta de tiempo o pereza no se hace, pero si un día encuentran un almacén con material robado y entre las cosas hay pertenencias de las que se ha denunciado robo, se les facilita el trabajo para dar con una pista y poder detener a los autores", apostillan.

Lo del auge de los robos en la zona rural alavesa también se puso de manifiesto ayer en la comparecencia que ofreció el PP, solicitando un plan de 50 millones de euros para estas áreas del territorio. En concreto, la secretaria general de los populares alaveses, Ana Salazar, apostó por una mayor seguridad, "más aún con los recientes robos".

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Días de incertidumbre. Los vecinos empezaron a percibir hace un par de semanas las acciones de los cacos en las inmediaciones de la carretera entre Respaldiza y Okondo con una primera acción que supuso el robo en un depósito de acero inoxidable.