- La expansión del mejillón cebra en los embalses de Urrunaga y Ullibarri es evidente, por lo que han ido excluyéndose de la red de seguimiento larvario a lo largo de los años. No obstante, el pasado año se detectó presencia de larvas en siete localizaciones de Euskadi, seis de ellas cauces fluviales, entre ellos los de los ríos Zadorra y Santa Engracia, según el informe de seguimiento de la población larvaria de mejillón cebra publicado por la agencia vasca del agua URA.

El documento señala que la expansión de la especie aguas abajo de los embalses infectados continúa. En el eje del Zadorra, aguas abajo del pantano de Ullibarri-Gamboa, sólo se ha detectado presencia larvaria en la estación de Arroiabe, zona más próxima al pantano.

En cambio, no se han detectado larvas en otras estaciones situadas más lejos del embalse, como ocurrió en 2017 o 2018 en Gamarra y en Trespuentes en 2018. Sí que el pasado ejercicio se encontraron larvas en el cauce de Santa Engracia, en la estación por debajo de la presa de Urrunaga.

En cuanto a la detección temprana y el seguimiento de las colonias de adultos, la situación se ha mantenido estable respecto al año anterior en lo que a territorio alavés se refiere.

Así, en la vertiente mediterránea, el molusco sigue presente en el embalse de Urrunaga, así como en el tramo final del río Undabe, justo antes del embalse, y en el tramo inicial del río Santa Engracia, a partir de la presa de Urrunaga.

También se mantiene la colonia de mejillón cebra adulto en Ullibarri y en el tramo inicial del Zadorra, a partir de la presa de Arroiabe hasta Abetxuko, así como en el tramo final de este cauce antes de su embalsamiento (desde Audikana) y del río Barrundia (desde Ozaeta). Y, por supuesto, a lo largo de todo el curso del río Ebro, que linda con Euskadi.

Asimismo, el informe publicado por URA indica que en el tramo del río Zadorra inmediatamente anterior a su retención en el embalse de Ullibarri se ha documentado un descenso de la frecuencia de aparición del mejillón cebra.

El mejillón cebra (dreissena polymorpha) es un molusco bivalvo que habita cursos de agua dulce y ambientes de agua salada. Su nombre común proviene del color de su concha, de un tono marrón claro surcado por rayas oscuras en zigzag.

Este bivalvo es de menor tamaño que otras especies de mejillón, alcanzando tres centímetros los individuos adultos.

Una característica llamativa de esta especie es que los individuos crecen en colonias, cubriendo el lecho y, posteriormente, creciendo unos mejillones sobre otros. Esto permite unas densidades poblacionales muy altas, de miles de individuos por metro cuadrado. Aparece en la lista de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo elaborada por la Unión internacional para la conservación de la naturaleza.

El motivo por el que esta especie se convierte en invasora es su alta tasa de reproducción, ya que un ejemplar adulto puede liberar al medio entre un millón y millón y medio de larvas a lo largo de un año.

Como consecuencia, el crecimiento de las colonias provoca daño a las infraestructuras y altera la composición del fitoplancton. Al formar piñas compactas de individuos, los mejillones son capaces de bloquear tuberías y depósitos de agua.

Mejillón cebra. El mejillón cebra (dreissena polymorpha) es un molusco bivalvo que habita cursos de agua dulce y ambientes de agua salada. Su nombre común proviene del color de su concha, de un tono marrón claro, surcado por rayas oscuras en zigzag. Este bivalvo es de menor tamaño que otras especies de mejillón, alcanzando tres centímetros los individuos adultos. Aparece en la lista de cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo elaborada por la Unión internacional para la conservación de la naturaleza.

Larvas. La unión temporal de empresas Ekolur-Anbiotek se encarga desde 2017 del seguimiento de la población larvaria del mejillón cebra. Entre junio y septiembre del pasado año se realizaron cuatro campañas de muestreo en 75 estaciones, 26 de Álava, 34 de Bizkaia y 15 de Gipuzkoa. El tipo de estación frecuente más muestreada son cauces fluviales (43), seguido de embalses (20), balsas (9) y humedales naturales (3). Dentro de la red de seguimiento larvario del mejillón cebra, incluyendo las cuatro campañas de 2020, se han analizado 299 muestras.

Colonias de adultos.Durante el año 2020 se llevaron a cabo 94 muestreos de adultos de mejillón cebra en sendos puntos de la hidrografía vasca. Se revisaron diez mil piedras u objetos susceptibles de ser colonizados por esta especie. Todo ello a lo largo de 16 kilómetros de cauces fluviales o de orillas de embalses. En 52 de los muestreos no se detectó mejillón cebra. En los restantes 42, sí estaba el bivalvo invasor.