Hoy se celebra el Día de la Mujer, instaurado por las Naciones Unidas en 1975 con el objetivo de dar visibilidad a la mujer y proyectar su talento. En este sentido, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, también en calidad responsable del Departamento contra la trata de personas en la Conferencia Episcopal Española, ha escrito una carta abierta a la sociedad por esta jornada. Sus primeras palabras han sido para "esas mujeres y niñas que son esclavas del siglo XXI por la enorme injusticia que padecen como consecuencia de su explotación sexual, hoy más silenciada e invisibilizada por la pandemia".

Esta denuncia del obispo de Vitoria ha querido poner el foco en esta situación "para erradicar la trata y devolverles su dignidad como mujeres". Para el responsable de este área en la Iglesia española, "liberarlas es nuestro objetivo prioritario y urgente" agradeciendo a "tantas personas y organismos eclesiales y civiles su trabajo en este sentido".

Elizalde también ha resaltado la figura de María, "mujer a la que está confiada la vida de la Humanidad" algo que "tiene que visibilizarse cada vez más como una conquista y un reconocimiento", recordando las palabras del Papa Francisco al afirmar que "la Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer, porque la Iglesia es femenina".

El obispo de Vitoria ha recordado que "es un hecho en la Iglesia que la presencia de mujeres con responsabilidades en nuevos cargos de alto nivel va en aumento, con tareas de gestión, liderazgo y responsabilidad" y ha puesto como ejemplo a la diócesis de Vitoria donde "son muchas las mujeres que están liderando profesionalmente proyectos, delegaciones diocesanas, organismos eclesiales o centros escolares" asegurando que "la paridad es real entre las personas que trabajan día a día en la estructura del Obispado, colegios, delegaciones, servicios diocesanos y también entre nuestras parroquias".

Por lo tanto, ha dicho, "la mujer es nuclear en la Iglesia, en su legislación, en su vida interna y en su acción apostólica". "Sin marginar al ministerio ordenado -ha subrayado- el protagonismo de la mujer en la Iglesia va en clarísimo aumento". Así, "la igualdad entre el hombre y la mujer exige precisamente que se sepa apreciar, a la vez, el papel complementario de uno y otro en la edificación de la Iglesia y en el progreso de la sociedad civil y tanto el hombre como la mujer han de sentirse justamente protagonistas de la historia de la salvación, una y otro de forma complementaria".

Elizalde ha recordado que "en el Evangelio es revolucionaria la actitud cercana, familiar y abierta de Jesús hacia la mujer. Son destinatarias privilegiadas de su enseñanza, curaciones y colaboración".

obispo de Vitoria, resalta el papel de las féminas en el desarrollo humanista de la Iglesia española y del conjunto de sus fieles.

"La Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer,

porque la Iglesia es femenina"