La Agencia Vasca del Agua, URA ha expuesto a información pública el proyecto de defensa ante las crecidas de los ríos Batán y Zapardiel, que atraviesan casco urbano de Vitoria, con el que se creará una balsa para contener sus crecidas en las graveras de Lasarte y se derivarán los caudales de las aguas altas de ambos ríos hacia el río Ali.

En un comunicado, el director general de URA, Antonio Aiz, ha informado de que el objetivo de esta actuación "incrementar la seguridad en la parte sur de la trama urbana de la capital alavesa, ante las crecidas de los dos ríos que nacen en los Montes de Vitoria".

Para ello, se creará una balsa de laminación de 130.000 metros cuadrados en una antigua gravera, que contendrá las crecidas con periodo de retorno de diez años.

El Zapardiel y el Batán son dos ríos que tras introducirse en el ámbito del casco urbano de Vitoria, son encauzados para finalmente agruparse en un único colector que atraviesa de sur a norte la ciudad. El citado colector forma parte de la red de saneamiento que es posteriormente tratada en la EDAR de Crispijana.

En la actualidad se produce un problema de incremento de volúmenes de agua a tratar y las puntas de caudal en avenida condicionan el normal funcionamiento de la estación depuradora. La obra permitirá derivar hacia el río Ali el mayor volumen posible del agua que transita a lo largo del año por los ríos Batán y Zapardiel.

DERIVAR EL CAUCE

Se trata de derivar los cauces de los ríos Zapardiel y Batán a sendos recintos o balsas para retener el agua, y construir una conducción desde estos recintos hasta el cauce del río Ali, disminuyendo así el caudal que entra en la red de saneamiento, y mitigando de forma apreciable la extensión de la mancha de inundación de las avenidas.

Junto a los objetivos hidráulicos, Aiz ha explicado que el proyecto también busca "conseguir la máxima compensación de tierras posible en el conjunto de la actuación, en particular de la balsa".

"El objetivo medioambiental es tener que llevar a vertedero el menor número de tierras posible, al tiempo que se retiran los residuos presentes en el emplazamiento de la gravera --rellenos que cubren su fondo y laterales--", ha detallado.

Finalmente, otro de los objetivos a cumplir es restaurar ambientalmente la zona degradada de la antigua gravera. Tras la explotación de áridos llevada a cabo sobre este emplazamiento, se han ido efectuando vertidos de diferentes naturalezas, fundamentalmente residuos de construcción y demolición (RCDs), aunque también se retirarán residuos peligrosos detectados en los estudios de caracterización del terreno realizados.