Las grandes gestas del montañismo vasco descienden a pie de calle y se asoman a una decena de escaparates de los abundantes locales carentes de actividad repartidos por el centro de la capital alavesa. Durante dos meses, hasta el próximo 30 de enero, los gasteiztarras pueden retroceder en el tiempo y asomarse a las cimas de las grandes montañas del planeta como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el pasado 6 de noviembre. La exposición Mendian gora, coloca al otro lado del cristal de una decena de escaparates objetos históricos y tan variados como la clavija con la que se realizó la primera escalada en Euskadi en 1924 al Pico del Fraile, pasando por la legendaria ikurriña y la bandera de Nepal que ondeó Martin Zabaleta en la cima del Everest en 1980 o el material empleado por los hermanos Pou para encadenar una gesta tras otra en las paredes más espectaculares del planeta. A esos objetos les acompañan una serie de paneles explicativos en los que se va desglosando la larga historia y tradición de la que goza la montaña entre los vascos.

El Museo del Montañismo Vasco, EMMOA, es la cabeza tractora de una iniciativa a la que se ha sumado también la asociación Ensanche XIX y cuenta con el patrocinio de Laboral Kutxa, la promotora Urteim y la cadena comercial Fotoprix. La presencia del colectivo vecinal Ensanche XIX busca desarrollar el programa Bitartean de usos transitorios de escaparates y locales vacíos del barrio, para la mejora del ambiente urbano del tradicional centro de la ciudad. Se trata de un programa basado en la cesión gratuita de escaparates y locales para la realización de exposiciones temporales.

En una decena de cristaleras situadas en el corazón de la milla de oro de Gasteiz, como las calles General Álava 18, Dato 15 y 17 y Florida 17, se reparten estos tesoros del montañismo vasco. Txomin Uriarte, director de EMMOA, realiza para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, una visita a lo largo de todos ellos con la intención de que el visitante esporádico y todos aquellos amantes de la montaña se queden con el mejor sabor de boca. El recorrido "ideal" es hacerlo de una manera "cronológica" en la historia del montañismo y esperar al "atardecer de la jornada, cuando se enciende la iluminación de cada escaparate" para gozar con ese momento del ocaso de las luces del día y la oscuridad de la tarde-noche vitoriana.

Ese recorrido se inicia por la cristalera en la calle General Álava 18, donde estuvo situado Uterque y ahora propiedad de Urteim dentro del proyecto de reactivación del centro, se puede observar el documento que fue el germen de la federación de montaña. "Es la convocatoria de asistencia al acto fundacional, en mayo de 1924, con la reproducción de la página del diario Excelsior", relata emocionado Txomin Uriarte. Otro de los tesoros es la clavija que empleó Ángel Sopeña para coronar el Pico del Fraile, en 1924, como primera cumbre coronada en Euskadi. "Se trata de una pieza de hierro fabricada en Babcok Wilcox", detalla Uriarte, muy diferente de los materiales que se utilizan en la actualidad con esos mismos fines.

La siguiente parada lleva al visitante a escasos metros, a los escaparates situados en la calle Dato 15-17, donde estuvieron las firmas Adolfo Domínguez y Mosel. A la vista de quedan la progresión en cuanto a materiales y composición de la ropa durante este siglo. Se puede observar ropa de montañero clásica "de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo: camisa de cuadros, jersey de lana, pantalón bávaro, medias de lana y botas de cuero", enumera Uriarte. Es este escaparate el que congrega un mayor número de visitantes y toca la fibra sensible de todos ellos. Como uno de los elementos más destacados de la muestra se exhibe el cuadro con la foto de la llegada a la cumbre del Everest de los primeros montañeros vasco el 14 de mayo de 1980. Aquella ikurriña que ondeó Martín Zabaleta en los 8.848 metros, junto al sherpa Pasang Temba y la bandera de Nepal están enmarcadas en un cuadro de un valor incalculable ya. Completa la escena la chaqueta y el buzo de pluma usada por Zabaleta en aquel ascenso y una maqueta con la ruta que siguió la expedición Tximist de 1974 y 1980. Por aquel punto desfilan todavía y se emocionan antiguos montañeros conocidos de Ángel Rosen y Juan Ignacio Lorente, autor de la maqueta.

En el siguiente escaparate ya se da un salto generacional hacia himalayistas más contemporáneos como Edurne Pasaban o Juanito Oiarzabal. Ahí está el buzo que vistió la guipuzcoana para hollar la cumbre del K2 en el año 2004, como uno de los elementos destacados y donde se aprecia la evolución de la ropa técnica. De aquel año son también las botas de Oiarzabal "sus últimas de tamaño normal, antes de que debido a las congelaciones en el ascenso al K2 tuvieran que amputarle todos los dedos", explica Uriarte. Llama también la atención de los visitantes la hamaca de "fabricación propia" que se ideó Adolfo Madinabeitia y en la que durmió muchas noches en sus expediciones en Patagonia y Baltoro. Hay también otro toque emocional con el crampón único con el que Alberto Zerain logró descender en solitario de la cumbre helada del Gasherbrum I en el año 2006.

La propia evolución de la montaña ha convertido en populares las carreras de trail y también se hace un hueco a esta disciplina. Hay un maniquí con el equipo completo utilizado por el especialista Javi Domínguez, durante la prueba del ultratrail Tor des Géants en 2017 y que se adjudicó después de una maratoniana carrera en la que estuvo durante más de 68 horas seguidas en pleno esfuerzo.

Para quienes se les haya quedado corto el recorrido, pueden acercarse también al local de Fotoprix, en la calle Postas 3, donde se exponen primeros planos de los referentes montañeros de Álava, tanto presentes, como pasados y futuros. La muestra terminará el próximo sábado 30 de enero, pero los rectores de EMMOA ya tienen planificada una larga gira por todos los rincones de Euskadi con paradas en Donostia antes del verano y la obligada presencia en el Mendi Film Festival de Bilbao, en diciembre del año que viene.