espués de una trayectoria de medio siglo entregado a la bicicleta en variados frentes, desde sus inicios en juveniles, amateur, pasando por once temporadas como profesional y los últimos 33 desde el otro lado del mostrador enfocado a la venta de bicis, material, accesorios y su mantenimiento, Felipe Yáñez pedalea por los primeros kilómetros de su nueva etapa de la merecida jubilación. El viernes pasado el doble ganador del gran premio de la Montaña de la Vuelta a España en 1979 y 1984, y vencedor de dos etapas de la ronda estatal en la cumbre de Sierra Nevada (1979 y 1986) bajó la persiana por última vez de su local, Sport Yáñez en el número cinco de la Avenida de Gasteiz.

A lo largo de los últimos seis meses ha estado vaciando de existencias el interior del local y ha tenido también la ocasión de recoger el cariño de una clientela que le ha reconocido el minucioso trabajo aplicado para hacer frente a las más variopintas averías en sus máquinas. A todo ello se une el oscuro panorama en el que se halla sumergido el comercio local como consecuencia del azote del coronavirus desde hace más de ocho meses. "Es el mejor momento para cerrar", sentencia aliviado Felipe Yáñez en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, tras analizar la complicada situación actual y centrarla en su sector de la bicicleta con la feroz competencia. Desligado ya de las obligaciones laborales y rutinas horarias de lo que ha sido su última ocupación profesional, desde que abriera las puertas de su negocio en verano de 1987, el que fuera notable escalador en la década de los años 80 del pasado siglo, no esconde su intención de seguir ligado a las dos ruedas y dando pedales en esta nueva etapa. "Continuaré saliendo en bicicleta", asevera, aplicando además rigurosidad con "tablas de ejercicios, recorridos y kilometrajes programados", explica totalmente concienciado.

Volverá a rememorar aquellas primeras pedaladas de recién llegado a la capital alavesa, con 13 años, donde tuvo su primer contacto con las dos ruedas. Nacido en la localidad de Cózar, en Ciudad Real, se trasladó a los tres años a una población de Jaén, antes de asentarse definitivamente en Gasteiz en el año 1966. "No había andado en bicicleta de carreras y me inicié con una de media carrera, como se decía entonces. Me gustaba salir a hacer recorridos por carretera", explica el exprofesional ahora ya jubilado. Un año después empezó a competir en categoría juvenil, en unos tiempos donde no existían las estructuras de equipos como se conocen en la actualidad. "Cada uno iba con su bicicleta y terminaba como podía". Aquella primera prueba celebrada en Gasteiz fue el inicio a una década de lenta formación de un joven corredor con grandes aptitudes y capacidad para afrontar las duras rampas en su etapa como profesional. "Por mis características se me daban mejor las etapas en las que no había subidas duras en la primera parte de las carreras y terminaban en una ascensión final. Esa era mi mejor virtud y también la potencia de las piernas en las cuestas", explica Yáñez a la hora de radiografiar sus virtudes que le llevaron a tener una extensa carrera como ciclista.

Vistió en juveniles el histórico maillot del conjunto amurrioarra del Karpy y también del Banaka-Peugeot. En la temporada que militó en la sociedad ciclista Amorebieta coincidió con los hermanos Lejarreta, Néstor e Ismael. Sus destacadas actuaciones en el campo aficionado, con prestigiosos triunfos como el Memorial Valenciaga, le abrieron las puertas del conjunto filial del KAS. Ahí terminó de pulirse durante cuatro temporadas antes de dar al salto al considerado entonces el mejor equipo del ciclismo mundial. "A los 20 años gané el campeonato Vasco Navarro y Eusebio Vélez, director del KAS por entonces, me dijo que iba a pasar a profesionales, pero tenía que esperar unas temporadas en el conjunto filial y competir también con la selección española", recuerda Yáñez.

A los 24 años culminó su progresión con el salto definitivo al emblemático equipo del KAS, considerado en aquella época como el mejor bloque ciclista del mundo. El joven Felipe Yáñez se adentró en una nueva dimensión y compartió días de competición y entrenamientos con figuras como Txomin Perurena o José Pesarrodona, vencedor de la Vuelta a España la temporada antes de ascender Yáñez al campo profesional. Un sentimiento de "responsabilidad" le embargó al enrolarse en un conjunto "donde eran figuras más de la mitad del equipo", resalta. Como debutante le tocó asumir galones de estar a las "órdenes de lo que me indicaran en cada momento de carrera, poniendo un ritmo concreten las ascensiones", rememora. A la hora de recibir instrucciones aún mantiene fresco ese papel de Txomin Perurena ser uno de los compañeros con "más mando en carrera".

Durante esas once temporadas como profesional llegó a la cifra de 21 victorias con triunfos parciales en vueltas como las de País Vasco, con final en Zornotza en la edición de 1980, Cantabria, Asturias, Aragón, Burgos, Murcia o Castilla León. Se adjudicó también la general final en la Setmana Catalana (1986) o los Valles mineros en Asturias (1983) y las carreras de un día del Getxo o el extinto Gran Pemio de Llodio, ambas en 1980. Firmó un notable año en su estreno como profesional en el KAS y en la ronda aragonesa ya logró levantar los brazos en la tercera etapa con final en Molina de Aragón. La temporada siguiente, de nuevo salió victorioso en la jornada con final en esa gélida localidad haciéndose además con el jersey amarillo de líder. Sufrió estar en un conjunto tan potente como el KAS donde "se confiaba más en las grandes figuras" que en los recién llegados. Aún hoy lamenta esa escasa defensa del equipo para defender el liderato en la carrera donde terminó tercero en la general final y la victoria fue para Jesús Suárez-Cueva. "En el ciclismo moderno se confía mucho más en los jóvenes y ahí están los casos de Bernal, Pogaçar o Evenepoel", significa como gran seguidor de la actualidad del mundo del pedal. Vuelve a tirar de memoria para rescatar otra ocasión en la que, escapado en la clásica de Donostia, junto a Jesús Rodríguez Magro, "el director de equipo me mandó parar al venir por detrás Marino Lejarreta escapado y con opciones de triunfo".

A medida que avanzaba en su carrera como profesional, empezó a mirar una vez que se bajar de la bicicleta y "preparar algo porque no se ganaba el suficiente dinero para los años posteriores sin ingresos". Un año de su retirada, en verano de 1987, abrió las puertas de Sport Yáñez, donde ha estado 33 años como privilegiado espectador de la "gran evolución del sector", desde los materiales a las ventas. Al bajar la persiana se muestra "contento y satisfecho" por lo vivido estas décadas al otro lado del mostrador.

Licencia alavesa. Aunque nació en la localidad de Cózar, Ciudad Real, Felipe Yáñez llegó con 13 años a Vitoria. Compitió siempre con licencia expedida en Álava y perteneció en categorías inferiores a equipos del ámbito más cercano.

Paso por seis equipos. Durante su trayectoria profesional vistió media docena de maillots diferentes. Debutó en el mítico KAS (1977-78) y referente del ciclismo mundial. Novostil Helios (1979), Kelme-Gios (1980), Teka 1981-83), Orbea (1984-85), Zahor (1986), Lucas-Orbea (1987) y de nuevo Helios CR (1988) fueron los conjuntos donde militó.

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Temporadas como profesional. Debutó en 1977 después de una década recorriendo todas las categorías inferiores hasta el profesionalismo. En 1988 disputó su última campaña con el maillot del Helios CR antes de decidir colgar la bicicleta.

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Reinados de la montaña en la Vuelta. Su facilidad para afrontar las empinadas cuestas le llevó a hacerse con el jersey verde de rey de la Montaña en la ronda estatal (1979 y 1984) además de imponerse en dos etapas con final en la cumbre de Sierra Nevada (1979 y 1986).

21

Victorias. En los años como profesional, Felipe Yáñez llegó a acumular un total de 21 triunfos. Victorias de prestigio como una etapa en la Vuelta al País Vasco, con meta en Zornotza en 1980, las clásicas de Getxo y el ya desaparecido Gran Premio de Llodio, única para profesionales de Álava. Además de triunfos en la Vuelta Aragón, Burgos, Castilla-León y las generales de la Setmana Catalana y Valles Mineros.

33

Años al frente del negocio. En la recta final de su etapa profesional fue preparando su futuro. En el verano de 1987 abrió las puertas Yáñez Sport, en el número cinco de la Avenida de Gasteiz. Allí ha estado 33 años y medio hasta que el pasado viernes colgó un cartel de despedida que anuncia el "cierre del negocio por jubilación".

"En mis años de ciclista profesional no se confiaba tanto en los jóvenes como ahora"

"En aquellos años no se ganaba tanto dinero y tuve que preparar algo para tener ingresos"

Exciclista profesional jubilado