- La villa de Laguardia forma parte de la Red de Ciudades y Villas Medievales junto con otra decena de localidades, nueve españolas y una portuguesa, que aglutinan patrimonio monumental y natural.

Estos enclaves se ciñen a un mismo perfil. Son municipios de pequeño tamaño -ninguno de ellas supera los 15.000 habitantes-, con una singular hermosura monumental, que hace de sus edificios y calles auténticos museos medievales que transportan al viajero a otra época.

Además, todas ellas combinan su belleza arquitectónica con increíbles espacios naturales, cada uno con una personalidad peculiar que le imprime un carácter único.

En el caso de Laguardia, la red destaca “la riqueza y calidad de sus vinos”, así como su complejo lagunar, “un biotopo protegido con dos lagunas temporales endorreicas, Carralogroño y Carravalseca, de origen y funcionamiento natural”, a las que se suma el Prao de la Paul, “un pequeño embalse artificial creado sobre una antigua zona encharcada”. La cuarta laguna, llamada Musco, está en fase de recuperación ya que se desecó hace años para cultivo. “Estas zonas húmedas constituyen ecosistemas privilegiados por la riqueza y diversidad de las formas de vida que las habitan”, señalan desde la red.

Además de Laguardia, forman parte de la misma Almazán (Soria), Sigüenza (Guadalajara), Manzanares el Real (Comunidad de Madrid), Consuegra (Toledo), Ciudad Rodrigo (Salamanca), Jerez de los Caballeros (Badajoz), Olivenza (Badajoz), Mãrvao (Alentejo), la navarra Estella y la guipuzcoana Hondarribia.

El objetivo de la red es promocionar y difundir el legado histórico de estas ciudades y villas, donde su pasado medieval ha llegado hasta nuestros días a través de su historia, su arquitectura, sus leyendas y su literatura. El certamen de Pintxos y Tapas Medievales y el proyecto de turismo deportivo Corriendo el Medievo son sus principales actos promocionales.