VITORIA - El diputado general de Álava, Ramiro González, explicó ayer que una gran parte de familiares de usuarios de residencias es la que está solicitando que se establezcan controles estrictos de las salidas teniendo en cuenta que "el comportamiento de una familia afecta no solo a ese núcleo familiar sino al conjunto de la residencia, a todos los demás, y lo que estamos viendo es que gran parte de los contagios se producen en celebraciones familiares". Es por eso que desde la Diputación de Álava se está trabajando en conciliar esas restricciones con el derecho a una vida plena y a una vida socializada que tienen las personas que viven en las residencias "y para eso estamos demandando la ayuda de la comisión de ética sociosanitaria".

Asimismo, González destacó que "existe un plan" y una "reflexión continuada" sobre la mejora de las residencias forales. "Tenemos un sistema sociosanitario de calidad, pero que admite mejora. Nos estamos esforzando al máximo en contener el virus. Estamos haciendo pruebas a los trabajadores y cuando las acabemos, volveremos a realizarlas porque son pruebas que no terminan ya que queremos establecer un control de la situación epidemiológica. Por ello, también estamos realizando test a los usuarios y se están aplicando estrictos protocolos en cada una de las residencias. Debemos de ser capaces de frenar la propagación, con todos los medios de los que disponemos, y al mismo tiempo mantener la calidad de vida de las personas usuarias". No obstante, recordó que el virus sigue en la sociedad "y cuanto más hay, más posibilidades hay de que alguien de que viene fuera de la residencia acabe contagiando. Es muy complicado evitarlo por completo".