- El Ayuntamiento de Vitoria confirmó ayer que el final de la obra de la Cuesta de San Francisco se retrasará a finales de octubre. La empresa ha solicitado una ampliación de plazo por causas de fuerza mayor, como el parón de los trabajos por el confinamiento al que obligó la pandemia sanitaria y la aparición de restos arqueológicos del siglo XIII bajo el suelo del Casco Viejo. El gabinete Urtaran analiza ahora si conceder este aplazamiento, pero la responsable de Movilidad, Amaia Barredo, ya da por hecho que las calles del entorno del memorial de las víctimas seguirán abiertas en verano.

Ante las críticas de vecinos y comerciantes por las molestias que causan las obras, la concejala señaló que a medida que se han finalizado actuaciones se han ido abriendo vías a los peatones. Y anunció que esta semana se abrirá a los peatones parte de acera norte de la Cuesta San Francisco, de Kutxi a Pinto. La empresa va a centrar este mes sus trabajos en esta zona y se va a abrir, ya asfaltada, la calle Estatuto de Gernika. En agosto habrá parón de actividad y en septiembre se actuará en la acera sur de la Cuesta de San Francisco, junto a la farmacia. Para octubre quedarán los últimos flecos del proyecto: jardinería, pavimentación de calles y exposición al público de los restos arqueológicos hallados en el subsuelo de la zona del antiguo Banco de España.

Los hallazgos pertenecen, según el Ayuntamiento, a un cementerio del siglo XIII, con sótanos excavados, piezas de valor arqueológico y vestigios de actividad comercial. Todo ello se va a exponer al público como si de un museo al aire libre se tratara. También se han encontrado restos humanos -apunta Barredo- lo que ha obligado a desplazar el vial de Estatuto de Gernika y trasladar el centro de transformación de Iberdrola bajo el edificio que soportará el ascensor. Finalmente, el Ayuntamiento ha decidido abrir a los vitorianos los restos del viejo convento ahora escondidos en un patio, junto al edificio de la Subdelegación del Gobierno.