- La actividad de donación y trasplante de órganos en la comunidad autónoma de Euskadi recupera su ritmo habitual tras la situación excepcional causada por la pandemia del covid-19, un periodo en el que, pese al estrés sufrido por el sistema sanitario, se ha garantizado la atención a pacientes en situación urgente o prioritaria.

Así lo explicó ayer la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, quien con ocasión del Día del donante de órganos hizo un llamamiento a la ciudadanía vasca para seguir contribuyendo a salvar vidas a través de la donación.

Según dijo, los programas han debido adaptarse durante este tiempo a las circunstancias originadas por la pandemia, con la adopción de medidas para evaluar y descartar posibles casos de covid-19 tanto en candidatos a donante como a trasplante, evitando así la transmisión de la infección a los posibles receptores.

En los dos meses transcurridos entre el 15 de marzo y el 15 de mayo hubo en Euskadi seis donaciones que posibilitaron llevar a cabo 17 trasplantes (10 renales, cuatro hepáticos, dos cardiacos y uno de páncreas), todos ellos en pacientes urgentes o prioritarios, y realizados, además de en Euskadi, en Asturias, Cantabria, Galicia y Madrid. El impacto de la pandemia es evidente, si comparamos los datos con los 55 trasplantes realizados a partir de 26 donantes en el mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, se observa una paulatina recuperación de la actividad de donación y trasplante. De hecho, tan solo desde el 15 de mayo hasta ahora se han registrado cinco donaciones más, que han permitido realizar otros 17 trasplantes (11 renales, cinco hepáticos y uno de páncreas), además de en Euskadi, en Cantabria, Madrid y Galicia. Asimismo, esta misma semana está previsto reiniciar el programa de trasplante renal de donante vivo.

Murga apeló a la solidaridad de la sociedad vasca, que es la que ha permitido situar a Euskadi a la vanguardia de la donación, con una tasa que se mantiene en los últimos cinco años por encima de los 60 donantes por millón de habitantes, y más de 2.600 trasplantes en la última década.

La consejera de Salud atribuyó estos logros a la generosidad de las familias de las personas donantes, a la labor de todos los profesionales implicados en el proceso de donación y trasplante, y al papel esencial que juegan las asociaciones.