- Enresa solicitó ayer al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la autorización de transferencia de titularidad y de la primera fase de desmantelamiento de la central de Garoña, que podría empezar en 2022, según un comunicado facilitado por la entidad.

La previsión de Enresa, que calcula el coste total estimado del desmantelamiento en 468 millones de euros, es que la autorización del ministerio para esta primera etapa sea "efectiva" en 2022 y se prolongue durante tres años, una vez recibido el informe preceptivo del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), así como los dictámenes e informes que correspondan, incluyendo la declaración de impacto ambiental.

La ejecución material de la primera fase del desmantelamiento incluirá la carga del combustible gastado en contenedores y su traslado al almacén temporal individualizado de la propia central, además del desmontaje del edificio de turbina para acondicionarlo como edificio auxiliar de desmantelamiento necesario durante la segunda fase, que precisará, a su vez, de la correspondiente autorización del ministerio, así como de un informe favorable previo del CSN, fase que, según Enresa, debería comenzar en 2025 y durar siete años.