- La Federación española del vino (FEV) ha realizado una amplia consulta entre sus asociados para conocer el impacto que está teniendo la crisis provocada por el coronavirus sobre las bodegas del país y, según los resultados, todas las bodegas se están viendo afectadas por la situación actual y tan solo el 4% de ellas consideran que les está afectando "poco". Por el contrario, el 96% considera que la crisis sanitaria les está afectando "bastante", "gravemente" o "muy gravemente".

Por tamaño, las empresas grandes, que cuentan con canales de venta más diversificados, se ven algo menos afectadas, pero todas las empresas anticipan graves daños a sus negocios, esperando que su facturación caiga durante el primer cuatrimestre del año -de enero a abril- casi un 35%. Todo ello, pese a los incrementos de ventas que diferentes informes están reportando durante las últimas semanas en los canales de alimentación y online.

La principal conclusión que se obtiene de esta consulta es que estos incrementos de ninguna manera compensan la pérdida del canal Horeca para las bodegas y la prolongación en el tiempo de esta coyuntura podría abocar a muchas bodegas españolas a una situación crítica. "Si nos referimos al mercado nacional, aunque por volumen el canal de alimentación y el de Horeca están casi igualados, este último representa casi dos tercios del valor del vino vendido en España, ya que habitualmente corresponde a referencias de mayor valor", explica el director general de la FEV, José Luis Benítez, quien añade que "aunque el crecimiento de las ventas online es muy significativo, éstas tan sólo representan el 1% para las bodegas españolas".

Según se observa en la consulta, el 80% de las bodegas ha experimentado problemas con las exportaciones por la paralización de pedidos, especialmente, aquellos dedicados al canal Horeca, debido también al cierre temporal de este sector en diversos países. "La situación es muy desigual en función del país y, aunque afortunadamente algunos países parece que comienzan a superar esta situación, como es el caso de China o Japón, y están empezando a retomar en muchos casos sus importaciones de vinos españoles; las ventas a nuestros principales mercados están casi paralizadas y países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos únicamente continúan importando vino español para abastecer sus supermercados", detalla José Luis Benítez.

Al parón en la hostelería y la inestabilidad en los mercados internacionales se unen otras dificultades con las que ya venía lidiando el sector antes de la crisis, como el aumento de los aranceles extraordinarios establecidos desde octubre de 2019 por Estados Unidos o la incertidumbre generada en torno al Brexit.

Por otra parte, en la misma consulta, los asociados de la FEV también se han mostrado preocupados por la vendimia de este ejercicio 2020, ya que además de que por el momento se desconoce en qué condiciones se podrá realizar, el fuerte descenso de ventas va a afectar a la demanda de uva y vino.