Vivir en tiempos de coronavirus está dejando escenas apocalípticas con calles desiertas en la capital alavesa, con prácticamente más presencia en ellas de vehículos dedicados al transporte sanitarios o a la seguridad ciudadana, como los que se pueden observar sobre estas líneas, que de turismos y motos que hasta hace poco más de quince días atascaban estas mismas arterias. Pero dicen también que la esperanza es lo único que se pierde y, paradójicamente, aunque ahora el ser humano sea más vulnerable que nunca por ese bicho llamado covid-19 es cuando más ilusión se está viendo en los balcones y ventanas de los gasteiztarras, que se han llenado estos días de mensajes de ánimo, como los de Todo saldrá bien, con arcoíris pintados por los más pequeños o los carteles como los de esta última imagen: ¡Ánimo vecinos!, Ya queda menos o Fuerza Txagorritxu. Eskerrik asko. Por no hablar de los aplausos sanitarios que cada tarde se dedican desde las terrazas a estos profesionales, los cuales serán más especiales que nunca tras el anuncio de la Fundación Vital de donar un euro por cada segundo de palmadas grabadas en vídeos que envíen los alaveses.