Califica la sensación de estar en el agua con la piragua como «algo maravilloso». «Ver la tierra desde el agua es brutal, es un momento muy personal», asegura. Ha estado 6 años en la junta directiva de un club, ha sido palista, árbitro y con la marcha del anterior presidente de la federación alavesa ha dado un paso al frente y ha tomado el mando.
Dice que llega a la presidencia en el mejor momento...
Tal y como estaban las cosas es el mejor momento. Los piragüistas lo han pasado bastante mal durante estos dos últimos años entrando al agua de una manera muy irregular y era un buen momento para dar un paso atrás, tomar carrerilla y coger un impulso. Es tiempo de reenganchar a la gente, de que vuelva a la acción y de enganchar a gente nueva.
¿Cómo se engancha gente nueva?
Con la escuela de piragüismo, que es nuestra gran una apuesta. Estábamos perdiendo la cantera, no había ningún proyecto de promoción a nivel de gente joven y ahora estamos inmersos en esa formación. Vamos a tope con ello.
Háblame de esa escuela de piragüismo
Hace 4 años, viendo que es necesaria la promoción de este deporte entre la gente joven, surge este proyecto, junto con los clubes de la provincia. Ahora es momento de impulsarlo a tope después de esta situación rara. La Escuela comienza de la mano del Boga Boga, que empezó con 10-12 niños/as, y actualmente tiene alrededor de 30.
Si tuviese que hacerme una fotografía del piragüismo alavés me diría...
Tenemos dos clubs: Aldayeta y Boga Boga y unas 100 personas federadas, algunas pertenecen a estos clubes y otras son independientes. A partir de 50 años tenemos pocas chicas, pero entre los más jóvenes las chicas aguantan más que los chicos haciendo piragüismo. En el tramo de 16-17 años son más chicas.
¿A nivel competitivo qué puedes destacar?
Tenemos actualmente 3 campeonatos de Euskadi que traemos a Álava: 2 en categoría juveniles y uno senior. En las categorías de menor edad realizamos encuentros en los que, más allá de la competición, lo importante es ir mejorando. Hay muchas maneras de hacer deporte y el espíritu de sacrificio, de superación, de ir consiguiendo las metas que te plantees es algo que nos gusta inculcar. Para obtener resultados en este deporte hay que estar alrededor 4 años trabajando duro porque este es un deporte muy técnico y eso implica trabajo.
¿Es muy importante el trabajo individual?
El piragüismo requiere mucho fondo, técnica y una coordinación importante. Hay que trabajar estas 3 cosas. Pero sobre todo es una actividad muy divertida porque se pasa mucho tiempo en el agua. Entrenamos 3 veces por semana y ahora, por ejemplo, solo salimos al agua una vez.
Cuando decís que a veces con una escoba y un balón os vale para entrenar, ¿exageráis o es real?
Es verdad. Hacemos muchos entrenamientos en seco, de tecnificación, en los con ese material no vale para trabajar. Entrenar en seco es muy importante porque requiere concentración para adquirir esa técnica. Luego, cuando suben al bote, si lo han trabajado antes, avanzan mucho más rápido.
¿Alguien a quien tengamos que seguir de cerca?
Para nosotros ya es una gozada ver chavalas y chavales que llevan 2 años practicando cómo tiran. Nos emocionamos cada vez que los vemos porque es espectacular. Luego algunos/as van además consiguiendo cosas a nivel competitivo como Eñaut Moto o Naroa Ouedraogo.
¿Tiene alguna urgencia la Federación?
Pues tenemos una de las mejores láminas de agua de la Península Ibérica en el campo de regatas de Legutiano, dos pantanos son maravillosos para este deporte y lo que realmente necesitamos es que la gente se acerque, que esté con nosotros. El piragüismo si lo pruebas tiene un punto de enganche que lo hace especial. Dentro del deporte escolar tenemos programas para probar una semana o 10 días. Que se animen los chavales/as, que cuando montas en kayak, lo controlas un poco, ves que es estable y seguro, que vamos con chalecos y cumplimos a rajatabla, te das cuenta que es especial.