icen que el 18 de mayo de 1960 se disputó en Glasgow (Escocia), en el Estadio Hampden Park ante 127.261 espectadores, la final de fútbol europea más hermosa jugada de todos los tiempos. El Real Madrid, que había ganado las cuatro ediciones anteriores, lograba encadenar su quinto campeonato en la Copa de Europa (Champions League), al derrotar brillantemente, y de manera espectacular, al conjunto alemán del Eintracht Frankfurt por 7-3. El capitán de aquel legendario conjunto madrileño era ‘Txema’ Zárraga, posteriormente gerente albiazul durante varias temporadas, y el máximo goleador del encuentro fue el húngaro Ferenc Puskas, autor de un póker de goles, que ejerció el cargo de entrenador y secretario técnico del Alavés en las temporadas 1968-69 y 1969-70, en Segunda y Tercera División.

También cuentan que durante muchos años esta final fue repetida por la BBC, radio y televisión pública del Reino Unido, todas las sobremesas del 25 de diciembre, para deleite de los aficionados anglosajones al deporte que idearon e inventaron sus antepasados.

No niego que todo lo anterior sea cierto, pero no lo creo. ¡Me niego a creerlo! ¡Me niego a que sea verdad! ¡Me niego a que sea la final de fútbol más hermosa jamás disputada! Para los albiazules, para los alavesistas, para los seguidores del Glorioso, para los babazorros la final más hermosa, más bella, más trágica, más huidiza, más bravía, más ingobernable se jugó tal día como hoy hace 20 años.

El Alavés en su estreno europeo, ¡Ahí queda eso!, llegó a la Final de la Copa de la UEFA (Europa League). Además, lo hizo tras una trayectoria casi impoluta, ya que solamente perdió un encuentro de los doce que disputó en las eliminatorias previas a la finalísima, dejando en la cuneta a equipos con “pedigrí” europeo como Inter de Milán y, entonces, FC Kaiserslautern. Gesta enorme para un conjunto que el 27 de mayo de 1990, tan solo 11 años antes, estaba jugando un encuentro de Tercera División. Enfrente el Liverpool FC, un peso pesado del fútbol europeo y mundial, que accedía a una nueva final continental tras la tragedia del Estadio Heysel (Bélgica), en la que perecieron treinta y nueve aficionados y hubo cerca de seiscientos heridos a causa de una avalancha provocada por los seguidores ingleses más fanáticos, en los instantes previos al comienzo de la Final de la Copa de Europa en mayo de 1985.

El conjunto de Anfield Road lucía por aquellas fechas, luego lo ampliaría, un extraordinario currículo a nivel doméstico y continental. Cuatro Copas de Europa (1977, 78, 81 y 84) y dos Copas de la UEFA (1973 y 76) brillaban en las estanterías de su museo -a día de hoy seis y tres-, además de otros título nacionales e internacionales.

Si los hinchas ingleses cantan a su equipo el “You’ll Never Walk Alone”, los seguidores albiazules no dejaron caminar en solitario al Glorioso y cerca de nueve mil alavesistas llegaron al Westfalenstadion de Dortmund por tierra y aire. Trenes, aviones, autobuses, incluso coches particulares, se llenaron de aficionados del Deportivo Alavés que querían estar presentes en la ciudad alemana, para estar al lado de sus héroes. En Alemania, en Westfalia, en Dortmund y los que no pudieron viajar y se tuvieron que quedar en cualquier parte del mundo con la televisión, vibraron, sufrieron, quedaron tocados, se levantaron, saltaron, gozaron, rieron, se deprimieron, festejaron, se abrazaron, volvieron a sufrir, de nuevo saltaron, callaron, enmudecieron y lloraron. ¡Qué grande Deportivo Alavés! Al cabo de veinte años, ¡cuántas cosas han pasado!, y al escribir esta historia, las lágrimas siguen nublando mis ojos. ¡Gracias Glorioso!.

Estos fueron los catorce jugadores albiazules que empleó ‘Mané’ en la Final del Westfalenstadion de Dortmund: Martín Herrera; Contra, Dan Eggen (Iván Alonso, 22’), Karmona, Téllez, Geli; Tomic, Desio, Jordi Cruyff, Astudillo (Magno, 45’); Javi Moreno (Pablo Gómez, 64’).

Gol de oro’

El Alavés cayó derrotado (4-5) por un gol en propia meta de Geli, a falta de dos minutos para llegar a los penaltis. Entonces estaba reglamentado, por última vez en una final, el ‘Gol de oro’. El conjunto albiazul acabó con nueve jugadores, al ser expulsados Magno y Karmona.

También podía haber escrito sobre...

16 de mayo de 1932.

El Alavés, en partido de desempate, elimina al Athletic de Madrid (3-1). Campeonato de España.

16 de mayo de 1993.

Primer gol con la camiseta albiazul de Manolo Serrano. Deportivo Alavés-Osasuna ‘B’ (4-1).

16 de mayo de 1998.

El Deportivo Alavés se proclama, matemáticamente, Campeón de Segunda División ‘A’.