ran tiempos convulsos aquellos. El 29 de febrero había anunciado su dimisión, ante los comentarios por parte de la Diputación Foral de Álava, el consejo de administración del Deportivo Alavés SAD presidido por Fernando Ortiz de Zárate, que hasta el 9 de marzo iba a continuar en su cargo, fecha en la que se proclamaba nuevo presidente Alfredo Ruiz de Gauna. En el transcurso de ambas fechas hubo determinados movimientos de terceras personas, pero solamente el propietario de Viajes Bidasoa dio el paso adelante. Por esos días también comenzaban a oírse determinados rumores y escenificaciones de algunos grupos interesados en poder gestionar el club albiazul, rumores que con el tiempo, uno de ellos, se convirtió en noticia y que tendrá su desarrollo pertinente en día y fecha apropiada.

Lo que vamos a tratar hoy es la llegada al banquillo albiazul, como primer entrenador, del vitoriano Ignacio Moraza Ruiz de Ocenda, para el mundo del fútbol Iñaki Ocenda. A comienzos de la temporada 2009-10, tras el descenso a Segunda División B, se encarga el proyecto deportivo alavesista a las figuras de Javi Pererira, como entrenador, y de José María Cidoncha en los despachos, como secretario técnico. Hubo una remodelación total en la plantilla de jugadores y el inicio de curso, pese al jarro de agua fría que supuso la eliminación en el Campeonato de España frente al Palencia a penaltis, invitaba al optimismo. En las seis primeras jornadas ligueras el Deportivo Alavés no conoció la derrota, solamente concedió dos empates y ambos fuera de Mendizorroza, encabezando la clasificación del Grupo junto a otro de los favoritos, la SD Ponferradina. Tras esta sexta jornada la alternancia de buenos, pocos, y malos, bastantes, resultados, lleva al equipo a ir desapareciendo de las primeras posiciones y cuando se visita a la Cultural Leonesa en la 23ª etapa, 31 de enero, el Deportivo Alavés se encuentra a 13 puntos del líder, Ponferradina, y a cinco puntos del último puesto que da plaza de playoff de ascenso. Los leoneses, en posiciones de descenso, vencen por 1-0 y la suerte de Javi Pereira está echada. Su cese se producirá al día siguiente. Para sustituirle llega Iñaki Ocenda, un producto futbolístico netamente local, formado en los campos vitorianos del anexo de Mendizorroza, Gamarra, La Vitoriana, Urarte y que, tras despuntar en el CD Vitoria, ficha por el equipo juvenil del Deportivo Alavés en 1977.

Con los albiazules jugaría en todas las categorías: juveniles, regional y primer equipo, en Segunda División A y B, para más tarde recalar en el Sestao Sport en Segunda con Jabo Irureta de entrenador; Racing de Santander, donde debuta en Primera; pasar tres temporadas en Ceuta y colgar las botas en el Alavés en la campaña 1991-92 en Segunda B, tras una grave lesión. Hombre de club, Iñaki tras retirarse de los terrenos de juego fue ocupando diferentes puestos en la entidad albiazul: ayudante del primer entrenador, delegado profesional del primer equipo, entrenador del filial, coordinador del fútbol base, entrenador de los cadetes. Hombre para todo y cubriendo cualquier emergencia. Con 49 años y medio le llegaba la posibilidad de entrenar al primer equipo albiazul y en su trabajo no defraudó a nadie. Le faltó un poco de suerte para rematar la faena y el éxito se le escapó de las manos a punto de alcanzarlo. Dirigió 15 partidos al equipo, solamente perdió dos, el último aquel recordado encuentro frente al Pontevedra (0-1) en el que 16.826 espectadores casi llenan Mendizorroza. El empate valía a los albiazules para clasificarse para el playoff. Salió cruz.

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1 de febrero de 1933.

Sanciones a los jugadores albiazules, tras el 9-0 encajado frente al Racing de Santander el 29/01.

1 de febrero de 1942.

El Real Madrid, descontento con la aportación del Alavés, se plantea romper el convenio entre ambos.

1 de febrero de 1953.

Primera vez que forman juntos el portero Berasaluce y los defensas Sanz, Erezuma y Gorospe.

“Este puesto no lo he estado buscando. He dicho sí a la proposición del Consejo, porque creo que puedo sacar adelante al equipo. Hay que arreglar determinadas situaciones en el juego y mejorar el aspecto moral como en cualquier equipo de fútbol que va mal clasificado”.

Tras renunciar a seguir como primer entrenador, Iñaki Ocenda fue ayudante varios técnicos del banquillo de Mendizorroza: Tomé, De la Fuente y Granero. El 25 de junio de 2012, por teléfono, el club le indica que no sigue.