o por esperada fue menos dolorosa la noticia con la que se despertó el alavesismo aquel día del mes de enero de 2002: "Compa ha muerto". Compa era nuestro querido José Luis Compañón López de Armentia, toda una institución en el Deportivo Alavés, donde prestó sus servicios durante la friolera de casi cincuenta y dos años. Aquí está el dato: más de medio siglo al servicio del amor de su vida, el Glorioso Deportivo Alavés". Con el fallecimiento de Compañón se iba una parte del escudo y de la historia del conjunto albiazul, pero también se iba el padre, el amigo, el hermano, la persona que siempre ofrecía su hombro para consuelo en los momentos de desánimo, de duda y de derrota. En los momentos de alegría, de celebración, de victoria, Compa siempre estaba en un segundo plano, apartado de los focos, porque esos instantes los dejaba a otros, aunque él disfrutaba como el que más.

Compañón en sus últimos años vivió la bonanza económica del Deportivo Alavés, pero en su largo medio siglo al servicio albiazul, vivió épocas de penuria económica y en aquellos instantes famélicos no le importaba tirar de sus ahorros para tapar alguna deuda, pagar una nómina o adelantar un dinero que necesitaba el club. No una, dos o tres veces, fueron incontables las que lo hizo a lo largo de su vida.

José Luis nació en Vitoria-Gasteiz el 8 de octubre de 1934 y se crió en la popular calle Cuchillería, donde años más tarde, muchas veces, fue a visitar a otro ilustre albiazul, José Luis Menoyo, en la bodeguilla del Bar El 7. A Compa le gustaba recordar que desde los seis años era socio del club y que con 15 años entró al servicio del Deportivo Alavés como botones, siendo presidente José María Aresti, que posteriormente fue su director en la Caja Provincial de Ahorros, donde desarrolló gran parte de su vida laboral.

Con tantos años de presencia ininterrumpida en el Deportivo Alavés, Compañón conoció diferentes domicilios sociales del club: en la calle Rioja, Plaza Nueva, calle Canciller Ayala y el actual de Mendizorroza, además de innumerables presidentes, directivos e incontables futbolistas, de los que fue, de casi todos, su mayor consejero.

Futbolista aficionado en modestos equipos vitorianos como el San Marcos de la calle Cuchillería, Sphaira y Vasconia, estuvo al lado del Deportivo Alavés en todas las categorías del fútbol, desde Regional hasta Primera División. Todas las directivas tuvieron una excelente relación con nuestro protagonista, aunque es cierto que una de ellas se planteó echarle a un lado, si bien finalmente las aguas volvieron a su cauce. En su trayectoria recibió algunos homenajes sentidos. El primero el 13 de abril de 1967, promovido por aficionados, en el desparecido Restaurante de La Antonia, con la entrega de un reloj de oro y telegramas del Real Madrid, la Real Sociedad, el Burgos, el Athletic, el Villosa y Román Galarraga. A este le sucedieron muchos más: Vera-Fajardo, delegado en Álava de Educación Física y Deportes, en 1971 le entregó un obsequio por su extraordinaria labor en la organización del homenaje a Don Amadeo García de Salazar. Recibió la insignia de oro y brillantes del club en 1976 y 2000. En 1978, la Federación Guipuzcoana de Fútbol le impone la medalla al Mérito Deportivo. En 2000 el Consejo de Administración del Deportivo Alavés le nombra presidente de honor y una calle que va a dar al complejo deportivo de Mendizorroza lleva su nombre. El 17 de mayo de 2002 se disputa el I Trofeo José Luis Compañón. Las instalaciones de Ibaia tienen su nombre y en 2002 la Federación Alavesa decide, a título póstumo, entregarle la insignia de oro y brillantes.

Se celebró el miércoles 9 en la Iglesia de la Coronación y el entierro a la mañana, en Santa Isabel. Fue multitudinario y contó con la presencia del mundo futbolístico, deportivo, político, empresarial y social de muchas zonas del Estado.

Antes del partido frente al Tenerife en Mendizorroza el 13 de enero, los jugadores portan una camiseta con el lema Compa siempre en el corazón. Aurresku de honor, imágenes en el vídeo-marcador, Agur Jaunak, globos al cielo y gol de Magno para el 1-0.

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