Calebe repasa cómo fueron sus inicios en el fútbol, quiénes han sido sus referentes y cómo es su día a día en Vitoria-Gasteiz, donde está cumpliendo su sueño.
¿Cómo nace el Calebe futbolista?
Bueno, mi padre fue jugador. Eso hizo que me pusiese a ver fútbol desde muy niño. Luego fui jugando y jugando… hasta hoy.
¿Se imaginaba que podría dedicarse a esto?
No le di importancia, yo jugaba con el balón porque me divertía. Hoy también lo hago, pero tengo responsabilidades. Lo que sí sabía es que sería muy difícil llegar a vivir de esto, solo un pequeñísimo porcentaje lo consigue. Por eso, cuando me di cuenta de que tendría alguna posibilidad, hice que toda mi vida girase en torno al fútbol.
Lo ha comentado en más de una ocasión, pero jugar en Europa siempre ha sido su sueño.
Así es. Estoy viviendo ese sueño que tuve cuando era niño. En Brasil me encantaba ver LALIGA. No me perdía un partido del Barça, el Madrid, el Atlético… Miraba con admiración a futbolistas como Neymar, Ronaldinho, Messi, Cristiano, etc. Verlos por televisión solo hacía que aumentar mis ganas de venir a España.
Relacionado con esto último, ¿qué se le pasó por la cabeza cuando le llamó el Alavés?
Lo primero que hice fue hablar con Dios, pues era una gran oportunidad, pero también un reto enorme: rivales de gran calidad enfrente, una importante adaptación de por medio… Luego lo debatí con mi esposa y ambos tomamos la decisión de aceptar ese desafío del Alavés.
Me ha mencionado a muchos futbolistas, pero ¿cuáles han sido sus principales referentes?
Siempre hablo de Messi, de Cristiano… Ambos han ganado todo lo posible y han mostrado un nivel altísimo. Ahora bien, mi ídolo desde niño siempre ha sido Neymar. No han sido pocas las veces que le he preguntado a Carles (Aleñá) y Denis (Suárez) cómo fue coincidir con él en el vestuario.
Por último, ¿quién le ha sorprendido más en el vestuario del Glorioso?
Todos, no sabría elegir a uno. Como he dicho antes, me he encontrado con muy buenos futbolistas, pero también personas. En mi mezcla de idioma se nota que hablo con todos, mi castellano tiene un poco de catalán y de portugués.
¿Y el euskera?
Poco a poco (ríe). Ya me sé palabras como aupa, agur, kaixo y oso ondo.