El Alavés avanza con solvencia en la Copa

Hay muchas maneras de solventar un trámite de Copa, y el Deportivo Alavés lo hizo de la mejor de todas. Respetando al Getxo, tratándolo como un rival más, el cuadro babazorro se exigió al máximo de principio a fin y salió vencedor sin apuros en Gobela. Mariano, en tres ocasiones, Carlos Vicente, en otras dos, Diego Morcillo y Toni Martínez marcaron los siete goles en tierras vizcaínas.

Muchos cambios, y unas cuantas sorpresas, introdujo Eduardo Coudet en su once para medirse al Getxo. Raúl Fernández ocupó la meta; el canterano Ballestero, Protesoni, Parada y Diarra formaron la línea defensiva; Pablo Ibáñez y Guevara, con Guridi por delante, comandaron la medular; Vicente y Abde se encargaron de los costados; y Mariano comenzó como único punta. Vuelta al conocido 4-2-3-1.

Y el Alavés, ciertamente, salió muy serio al encuentro. Era lo mínimo, pero no todos los clubes lo hacen. Así se vio, por ejemplo, en la presión. Los babazorros no dejaron que el Getxo iniciara las jugadas con comodidad. Tampoco en ataque dieron tregua. Cada recuperación de balón derivó en una veloz y vertical transición en busca de la portería local. Sin piedad, dio la sensación de ser un partido más.

La notable actitud de los pupilos de Coudet hizo que las cinco categorías de diferencia se notaran. A los cinco minutos de juego, Mariano estrenó el marcador de cabeza, aprovechando un bonito centro de Ballestero (0-1). Y el propio delantero hispano-dominicano fue el encargado de ampliar las distancias, no mucho después, esta vez a pase de Carlos Vicente (0-2, min. 28). De nuevo, en un centro lateral.

Entre el primer y segundo gol babazorro tuvo el Getxo sus mejores minutos. No exigió a Raúl en ningún momento, pero sí merodeó su área. No obstante, en cada uno de sus intentos se notó, sobre todo, la superioridad física de los visitantes. Algo que, como era de esperar, fue a más según se acercaba el intermedio. A partir de la media hora, a los lapiceros les costó horrores mantener el balón en su poder.

Y la presión gasteiztarra siguió dando sus frutos. Vicente, después de un mal saque de puerta de Argoitia, recibió un pase de Abde y, sin oposición, colocó el 0-3 mediante un remate raso cruzado. El maño también se encargó de marcar el cuarto antes del descanso. Intercambiándose los papeles con Mariano, este puso un centro al área y el ‘7’, de primeras, empujó la pelota a la red. Guridi tuvo otra muy clara.

MISMA INTENSIDAD TRAS EL DESCANSO

Tras el paso por los vestuarios, cuando el Chacho dio entrada a Egoitz Muñoz por Parada, el Alavés no apretó, pero sí que dio continuidad a la seriedad vista hasta ese momento. Así, nada más pitar el árbitro, Mariano estuvo a punto de poner el 0-5. Lo evitó Unai Josu, el portero suplente, con el rostro. Pero no tardó mucho en llegar el hat-trick del hispano-dominicano, en otro centro lateral de Vicente (0-5, min. 58).

Lander Pinillos (Ballestero) y Diego Morcillo (Ibáñez) fueron los siguientes cambios del técnico argentino. Y el segundo de ellos se encargó de marcar el sexto gol albiazul. Después de varias ocasiones desaprovechadas, el atacante del filial no perdonó en el área pequeña (0-6, min. 74). Poco después, saltaron Yusi (Vicente) y Toni Martínez (Mariano) al césped de Gobela, lleno hasta la bandera.

Ya en el epílogo del encuentro, lo cierto es que el Glorioso no levantó el pie. Fue a por más, presionando incluso con mayor intensidad, y lo consiguió. El recién incorporado Toni hizo el séptimo (0-7, min. 81). El Getxo también tuvo algún que otro acercamiento, pero ninguno de sus remates llevó el peligro suficiente como para exigir a Raúl. De valorar, eso sí, la valentía de los locales en todo momento.

Superado este primer trámite copero, el Alavés puede seguir soñando con hacer un buen papel en este torneo que tantas alegrías le ha dado históricamente. Ahora bien, cada cosa a su tiempo. Hasta la próxima ronda, los gasteiztarras deben centrarse en LaLiga, que es lo primordial. Ganar al Espanyol, este domingo en Mendizorroza, permitiría a los de Coudet seguir despreocupados por el descenso.