El Chacho Coudet volvió a recibir pitos en la derrota contra el Rayo Vallecano, en la que sus decisiones desde el banquillo no agradaron a la grada. El técnico argentino intentó encontrar la tecla para revertir la dinámica del encuentro con los cambios, pero según fue acumulando atacantes el equipo se fue desinflando y perdiendo cualquier dominio del balón.
La gota que colmó el vaso fue la entrada de Asier Villalibre en el minuto 89, con el partido casi terminado y sin posibilidades de tener incidencia, en lugar de Manu Sánchez para juntar a tres delanteros centros. El cambio fue recibido con música de viento y a ello le siguieron cánticos de “ia, ia, ia, Luis García” y “directiva dimisión”.
No es la primera vez que Coudet recibe críticas por parte de la afición albiazul, con la que no termina de conectar desde su llegada. En el duelo contra el Espanyol en Mendizorroza, por ejemplo, también se recibió con pitos la tardía entrada de Guridi supliendo a Diarra en el descuento.