El Deportivo Alavés se mantiene inexpugnable en Mendizorroza. El conjunto vitoriano derrotó anoche al Sevilla en un encuentro controlado hasta el minuto 80, pero en el que hubo que mostrar buenas dosis de oficio para certificar los tres puntos a su zurrón.
En esta ocasión, Luis García apostó por una alineación ofensiva con novedades tanto en la sala de máquinas como en la zona de tres cuartos. Por delante de una defensa que se puede recitar de memoria (Manu Sánchez, Sedlar, Abqar y Tenaglia), el técnico madrileño situó en la medular a Guevara y Jordán. Más arriba, Stoichkov ocupó la mediapunta, mientras que los costados estuvieron a cargo de Carlos Vicente y Carlos Martín. Finalmente, Toni Martínez estrenó titularidad tras sus últimos tres encuentros como revulsivo.
El Glorioso fue un martillo pilón desde el pitido inicial. El conjunto vitoriano, impulsado por la feroz presión ejercida ante su endeble rival, generó tres acciones claras de gol en apenas diez minutos. Sin embargo, el único tanto que subió al marcador fue el de Carlos Vicente, quien, por méritos propios, se postula como uno de los futbolistas más destacados de la categoría.
Pasado el cuarto de hora, el maño abrió la lata con un remate en el área pequeña, en el que el guardameta Nyland tuvo su cuota de responsabilidad al no mostrarse solvente en el blocaje. En cualquier caso, el zarpazo de Carlos Vicente –su segundo gol del curso en Mendizorroza–, refrendó el plan inicial marcado por Luis García y sirvió para generar un mar de dudas en el Sevilla.
Toni Martínez tuvo en sus botas la posibilidad de ampliar la renta, pero su potente remate tras zafarse de Kike Salas no acabó entre los tres palos. Además, Stoichkov, en el minuto 25, se quedó a escasos centímetros de celebrar su primer gol con la zamarra albiazul después de que el fuera de juego semiautomático detectara a Toni Martínez en fuera de juego.
El Alavés llevó el desarrollo del encuentro a un plano más terrenal y encontró en las transiciones a su mejor aliado. Las únicas dudas surgieron a través de los centros laterales del Sevilla, aunque lo cierto es que en el primer tiempo Sivera apenas tuvo trabajo bajo los palos.
Tras la vuelta desde los vestuarios, el Alavés ajustó el orden defensivo, esperó ordenado a su adversario en un bloque medio y generó peligro a través de las cabalgadas de Carlos Vicente y Toni Martínez.
Sivera, clave una vez más
El Sevilla creció con el paso de los minutos gracias al desequilibrio de Lukébakio, pero el Alavés contó con un salvavidas como Antonio Sivera para evitar el empate visitante. El guardameta valenciano detuvo de forma providencial el disparo a bocajarro de Saúl y el Glorioso pasó de un posible 1-1 al 2-0 en cuestión de segundos.
El colmillo del Deportivo Alavés fue letal. Tras evitar el empate, Sivera envió un largo balón a Toni Martínez, quien bajó el esférico al suelo para buscar la inspiración de Carlos Vicente. El maño recorrió la línea de fondo, envió un centro a Stoichkov que lo repelió el larguero, pero Carlos Martín hizo gala de su oportunismo y su olfato goleador para ampliar la renta a la hora de juego.
Con el 2-0 en el marcador, Guridi y Antonio Blanco relevaron a Guevara y Stoichkov con el objetivo de fortificar la sala de máquinas. Instantes después hicieron lo propio Kike García y Abde con Toni Martínez y Carlos Martín. El Alavés trató de no pasar apuros y no complicar un encuentro prácticamente encarrilado frente a un rival que parecía estar noqueado tras el segundo tanto babazorro.
Pero el Glorioso se complicó a sí mismo el desenlace del encuentro. Manu Sánchez perdió la marca de Lukébakio, la mayor amenaza del Sevilla, y este batió a Sivera con un golpeo medido a la escuadra. Un jarro de agua fría que obligó a mostrar buenas dosis de oficio en el epílogo.
El Alavés resistió con fiereza los últimos coletazos del Sevilla y modificó su sistema con la entrada de Mouriño por Jordán para sellar el centro de la defensa. No sin sufrir y después de un tiempo de alargue que parecía interminable, el Glorioso certificó una victoria de enorme valor que permite sumar diez puntos a su granero.