Titánica victoria del Deportivo Alavés en el primer derbi de la temporada. El conjunto vitoriano derrotó a la Real Sociedad por 1-2 en un encuentro de alto voltaje y en el que demostró su raza para remontar a un rival que, pese a competir con un hombre menos durante una hora por una clara expulsión, obligó a la expedición albiazul a madurar los tres puntos.

El Alavés saltó al feudo donostiarra con un once que registró hasta siete novedades. Sivera, indiscutible bajo los palos, estuvo acompañado en la retaguardia por Novoa y Diarra en los laterales, además de Pica y Abqar en el centro de la zaga. La sala de máquinas la dirigieron Protesoni y Guevara, mientras que el último tercio estuvo a cargo de Guridi en la mediapunta, Abde en el extremo izquierdo, Vicente en el derecho y Villalibre como referencia.

El Glorioso, después de superar la incertidumbre inicial, encontró mediante las acciones a balón parado la manera de intimidar a su rival. Pica fue el primero en exigir a Remiro a través de un remate en el área pequeña y Villalibre hizo lo propio apenas segundos después en una acción en la que el Sánchez Martínez señaló, inexplicablemente, una falta en ataque.

El derbi se puso de cara para el Deportivo Alavés a la media hora de juego, pero la alegría duró poco en la caseta de Luis García. En una disputa por el balón, Oyarzabal propinó un plantillazo a Protesoni en la parte exterior de su tobillo que dejó al centrocampista albiazul tendido en el césped requiriendo asistencia médica. Y lo que en un inicio parecía un castigo para el charrúa, que recibió la amonestación en primera instancia, acabó en la expulsión para el delantero de la Real Sociedad tras la pertinente llamada del VAR.

Villalibre, autor del gol del empate de penalti puja con Pacheco durante el derbi disputado en el Real Arena Javi Colmenero

Falta de oficio

El encuentro entró en un estado de tensión en el que la Real Sociedad castigó primero. Al Glorioso le faltó oficio para llevar el derbi hacia su terreno. Apenas dos minutos después de que Oyarzabal abandonase el terreno de juego, el equipo txuri-urdin abrió la lata en una acción en la que la zaga albiazul se mostró muy frágil. Primero, ningún futbolista babazorro frenó la conducción de Kubo y, posteriormente, Sergio Gómez envió un centro lateral a Brais Méndez, que empujó el balón dentro del área con la tímida oposición de Protesoni.

El Alavés no encontró la manera de hacer valer la superioridad numérica, pues el desorden defensivo generó un clima de nerviosismo en el conjunto vitoriano. Y en ataque tampoco fue fácil encontrar soluciones ante un rival ordenado en todas las líneas. Pero de nuevo, a balón parado, el Glorioso emergió como un rival martillo.

Pica y Abqar pugnan con Oyarzabal en un momento del derbi disputado en el Real Arena Javi Colmenero

El ansiado empate llegó fruto de una acción a balón parado. En un saque de esquina, Zubeldia agarró a Abqar de manera clara dentro del área y Sánchez Martínez no dudó en decretar la pena máxima. Y Villalibre no falló en su especialidad. El de Gernika engañó a Remiro para poner las tablas en el minuto 50, apenas un minuto antes de llegar al descanso.

Cambio ofensivo

Luis García agitó el árbol y en el descanso introdujo a Stoichkov por Protesoni. Así, Guridi ocupó la base junto a Guevara con el objetivo de brindar dominio en la sala de máquinas. El Alavés dejó clara su intención de ser un equipo más ofensivo.

Sin embargo, el derbi tuvo que detenerse durante varios minutos después de que Guridi recibiese un codazo de Zubimendi en el rostro. En el minuto 62, el técnico madrileño refrescó el equipo con la entrada de Kike García y Manu Sánchez por Diarra y Villalibre. No obstante, el Alavés no acabó de dominar en la parcela ofensiva y en el 70', Toni Martínez, recién llegado a Vitoria, protagonizó el debut soñado.

El murciano avisó primero con una acción individual a campo abierto. Toni robó el esférico a Zubeldia, disparó raso a Remiro, pero el guardameta txuri-urdin detuvo el golpeo del delantero albiazul. Y apenas siete minutos después de ingresar en el campo fabricó su primer tanto con la elástica albiazul. Con el feroz instinto de un delantero nato, pescó un balón muerto dentro del área y rubricó el 1-2 con un potente tiro.

Tras establecer la ventaja en el marcador, al Glorioso le tocó madurar el encuentro para certificar los tres puntos. El Alavés trabajó a destajo durante el epílogo para frenar cualquier tipo de amenaza rival. Y así, en un final no exento de nervios, el Glorioso firmó su primera victoria del curso. Tres puntos que, desde luego, incrementan la confianza en el renovado bloque de Luis García.