El Alavés, eso sí, no es lo único importante en la vida de Carlos Vicente. El maño cree que tener un plan B es fundamental, por lo que compagina su profesión con los estudios, y dedica tiempo a nutrirse a través de la lectura. Es, además, un apasionado de la historia y también tiene otros hobbies como el básquet –no es raro verle en el Buesa Arena– o la NFL. 

Test rápido a Carlos Vicente

Test rápido a Carlos Vicente Eneko Ugarte

Siempre hay que tener una segunda opción, tanto en el fútbol como en cualquier otro ámbito de la vida. A mí me han educado con la idea de que es importante estudiar, y hacerlo me permite tener una visión distinta de todo lo que me rodea”, comenta sobre su decisión de cursar el doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho.

Dice, además, que no se le hace difícil compaginar ambas cosas, sobre todo ahora que le queda “poquito” y no tiene “tanta prisa”, si bien espera acabar pronto. El enfoque laboral, por cierto, lo tiene claro : “El fútbol es mi vida y estaré encantado si, en el futuro, puedo relacionar mi formación con él. Es lo que me hace disfrutar, y eso es lo fundamental”.

"Estudiar me permite tener una visión distinta de todo lo que me rodea"

Respecto a su afición por la historia, lo cierto es que viene de muy lejos. “Soy una persona bastante curiosa, igual que mi hermano, y desde pequeños nos interesamos por la griega y otras culturas. Me parece guay conocer historias como la de Carlos V –le regalaron un Halcón Maltés por su nexo con el emperador del Sacro Imperio Romano–”, explica.

Por otro lado, aunque parte importante de su vida gira en torno al fútbol, el maño se muestra atraído por otros deportes, tal y como se ha adelantado. “Hemos tenido suerte –su hermano y él– de caer en Vitoria, sí. Siempre hemos sido un poco frikis tanto del básquet como de la NFL (fútbol americano) y disfrutamos mucho yendo a ver al Baskonia”, admite. 

Carlos Vicente, durante su entrevista con DNA. Alex Larretxi

SUS PRIMEROS PASOS

Para conocer mejor cómo es Carlos Vicente dentro y fuera del césped, no es menos importante echar un vistazo a sus inicios, en los que, como es lógico, también aparece muy presente su gemelo David, actualmente en el Mirandés. “Mis primeras patadas a un balón fueron con él, está claro. Nos forjamos en la calle y en el equipo de mi barrio”, cuenta.

Compitieron juntos hasta los 21 años, en diferentes clubes de Zaragoza y en la cantera de la propia escuadra blanquilla, y esa unión tiene gran parte de la culpa de que recuerde con tanto cariño aquella etapa de formación. “Yo siempre le doy mucha importancia al camino y valoro todo lo que me ha ido pasando, pues es lo que te hace ser lo que eres y estar donde estás”, añade.

"Soy una persona que le da mucha importancia al camino, pues es lo que me hace ser lo que soy"

Asimismo, a la pregunta sobre cuándo fue consciente de que podía ganarse la vida con el fútbol, Carlos responde que la llamada del Real Zaragoza fue el verdadero punto de inflexión. “Es curioso porque, hasta los 18 años, no dimos el salto al filial de un club profesional. Ahí vimos que era posible, si bien siempre había existido esa ambición”, apunta.

Profundizando en la relación con su gemelo, el albiazul afirma que, pese a que saben vivir lejos el uno del otro –a eso les ha obligado el fútbol muchas veces–, agradece tenerle tan cerca: “Es mi mayor apoyo. A veces nos metemos caña, pero nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Siempre que podemos, aprovechamos para hacer planes juntos”.