Cuando una escuadra es capaz de competir en todos sus compromisos, tal y como lo está haciendo el Deportivo Alavés de Luis García Plaza esta temporada, predecir dónde van a llegar los puntos resulta bastante complicado, pues cualquier rival, incluso en los escenarios más exigentes, puede convertirse en víctima o verdugo. Algo que, por cierto, da mayor valor a los pequeños detalles, decisivos para que la balanza se decante hacia uno u otro lado.

Una de las consecuencias de lo anterior, sobre todo tras el crecimiento del equipo con la entrada del nuevo año, está siendo la menor dependencia de Mendizorroza, lo cual no es para nada negativo. Aunque el Glorioso siempre va a sentirse más cómodo jugando en casa, donde su afición le lleva en volandas, sus opciones de mantenerse en élite son mayores si no se limita a sumar solo ahí, como ocurrió mayormente durante la primera vuelta. 

En la actualidad, el Alavés acumula tres jornadas consecutivas sin ganar en el Paseo de Cervantes (Barcelona, Villarreal y Mallorca) y, aun así, el balance ha sido positivo, cuando en otro momento de la campaña no lo hubiera parecido tanto. Esto es gracias a que los babazorros han dado un importante paso al frente a domicilio; sin olvidar, claro está, la pésima dinámica de los tres clubes que ocupan el descenso: Cádiz, Granada y Almería.

Desde que arrancó la segunda mitad del curso, el conjunto gasteiztarra se mantiene invicto como visitante, lo cual solo igualan el Real Madrid y Barça en la élite, y ha cosechado siete puntos de nueve posibles. Asimismo, sus actuaciones han estado a la altura de los resultados, mostrándose superior tanto al Sevilla (2-3) como el Almería (0-3) y plantando cara, con opciones incluso de ganar al final, al Real Betis (0-0) en el Benito Villamarín. 

Si se compara este rendimiento lejos de Mendizorroza con el que se tuvo meses atrás, la diferencia es más que evidente. Durante los mismos, el Alavés fue incapaz de ganar, pese a que mereció hacerlo en alguna ocasión, y sumó únicamente cuatro puntos. Es decir, en solo tres partidos a domicilio de la segunda vuelta ha logrado mayor rédito de lo que consiguió en diez de la primera, y eso que se ha enfrentado a rivales muy necesitados de victorias. 

Gracias a este increíble desempeño, tal y como se ha adelantado, los albiazules no solo son ahora menos dependientes de lo que ocurre en el Paseo de Cervantes, sino que, además, han podido abrir brecha con la zona roja. Once son, en concreto, los puntos de colchón que va a tener el Glorioso sobre el descenso al término de la vigesimosexta jornada, que se cerrará esta noche con el duelo entre el Girona y el Rayo Vallecano en Montilivi. 

Sobre el rendimiento como local, la realidad es que la segunda vuelta va en la línea –se ha sumado uno menos– de lo acontecido en la primera a estas alturas, por mucho que cinco unidades de doce sea una cifra poco llamativa en vista de las buenas sensaciones que transmite el equipo. Si, por entonces, ya fue suficiente para terminar el año fuera del descenso, también debería serlo ahora que se están logrando mejores resultados a domicilio. 

PRUEBA ANTE OSASUNA

La visita a El Sadar, donde espera Osasuna el próximo lunes (21.00 horas), será la prueba definitiva para calibrar el crecimiento del Alavés como visitante. El feudo navarro es muy exigente, si bien los rojillos han sufrido varios varapalos en él durante la temporada, y los últimos enfrentamientos entre ambas escuadras denotan que Jagoba Arrasate le ha tomado la medida al club gasteiztarra –seis triunfos y un empate acumula el vizcaíno–.