Era el minuto 94 de partido contra el Real Madrid y el marcador reflejaba un empate a cero tras un derroche físico titánico por parte del conjunto vitoriano. El Deportivo Alavés forzó un saque de esquina en la última jugada de la contienda y Mendizorroza se puso en pie. Pese a dar por válido el empate, el Glorioso creyó en sí mismo y logró toda una gesta. En una acción de estrategia ejecutada a la perfección por Jony, Rubén Sobrino cabeceó el esférico, Thibaut Courtois dejó muerto el balón en el área pequeña y el capitán Manu García remató con el alma para certificar una victoria histórica.
El feudo del Paseo de Cervantes estalló de júbilo tras derrotar al Real Madrid, en casa, después de 87 largos años. Una victoria que quedó marcada en la parroquia albiazul para la historia. El Deportivo Alavés, tras una fugaz etapa en Segunda, recibe hoy en su estadio a uno de los colosos del fútbol europeo y Manu García, protagonista en la última victoria ante el cuadro merengue en Mendizorroza, recuerda sus emociones de aquella memorable jornada.
Han pasado cinco años de aquel triunfo ante el Real Madrid, ¿cómo vivió el partido?
Recuerdo cómo llegué a esa jornada. Ese día no salgo de inicio y es el típico partido contra los equipos grandes en ‘Mendi’. Había mucha ilusión en el grupo, veníamos de trabajar muy bien. Era un partido muy competido, salí sobre el minuto 70, entré bien en el partido con y sin balón y tratamos de aguantar el resultado porque un empate contra ellos era bueno. Es una acción de Jony que fuerza el córner, una jugada ensayada en la que yo fui al primer palo y arrastré a varios jugadores, me giré, vi a Rubén Sobrino sólo, la parada y fue todo muy rápido. Es un regalo que te da el fútbol.
Mendizorroza fue un estallido tras su gol.
Fue un momento muy bonito, todo el mundo lo recuerda por el rival, el momento, por ser en la grada de Iraultza, porque nos sirvió para ponernos líderes, fue un momento de mucha emoción. A nivel personal he tenido momentos mucho más importantes, pero el gol contra el Real Madrid fue especial.
Usted ha protagonizado goles históricos como el de Lasesarre, ante el Numancia en el día del ascenso y contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. ¿Cómo cataloga el de la victoria contra el Real Madrid?
Ese gol lo recordaría todo el mundo indistintamente de quién lo hubiera metido. Los que ha mencionado son más importantes, pero el del Real Madrid está en el recuerdo de la gente por lo que fue. No dejaron de ser tres puntos en un inicio de temporada fantástico, pero que acabamos con una sensación descafeinada. Los otros goles tuvieron un peso mayor en la trayectoría del club y mía en los últimos años. Siempre digo que he ido ligado con el club consiguiendo éxitos que nunca pensé que se podrían conseguir.
"Ese gol lo recordaría todo el mundo indistintamente de quién lo hubiera metido"
¿Cuál fue la clave de aquella victoria? El equipo daba la sensación de que sabía competir contra cualquier equipo.
Éramos un grupo que venía trabajando muy bien de la mano del ‘Pitu’. Creíamos mucho en la idea del entrenador. La primera vuelta fue espectacular, nos caímos un poco con las salidas de invierno y la mala racha nos duró demasiado. Recuerdo un partido contra el Leganés en casa que de ganar hubiéramos estado en la pelea por Europa. Éramos muy buenos competidores, teníamos velocidad arriba y agresivos por dentro: Lo que me gustaba del Alavés. Es de las mejores versiones que hemos tenido en Primera División.
Usted es un alavesista más en las gradas de Mendizorroza, ¿cómo valora la primera vuelta del equipo?
Este año he estado en todos los partidos y veo bien al Alavés. Es un equipo que ha tenido una evolución desde el inicio de temporada, pero con mala suerte o peores resultados que juego fuera de casa. Lo veo en la pelea de conseguir la salvación. La vuelta a Primera era fundamental y no lo es menos mantener la categoría para conseguir una estabilidad que se vio truncada con el descenso. Veo bien al club, se ha montado una buena plantilla. Hay continuidad con la idea de juego y también percibo un equipo que ha evolucionado, de ser de mucha posesión a un equipo que puede jugar a los espacios con la entrada de Abde y Samu. Lo veo completo y hay mucho trabajo por parte del cuerpo técnico.
La continuidad en la figura del entrenador ayuda a reforzar el proyecto, ¿no?
Si no se cambia es porque las cosas van bien. En el mundo del fútbol, a la que las cosas van mal, la figura del entrenador es el eslabón más débil. Que no haya cambios da continuidad al trabajo, es más fácil llegar en verano con una plantilla que conoce el entrenador, que sabe cómo trabaja, cómo responden en diferentes situaciones y que tiene la confianza por parte de los jugadores. La continuidad siempre es buena, desde fuera al equipo se le ve trabajado y está haciendo camino en una liga muy competida. Está en la dirección correcta.
¿Qué le parece la confección de la plantilla y la mezcla entre futbolistas nóveles en la categoría con otros más curtidos?
Se ha montado un equipo competitivo con diferentes perfiles. En el centro del campo te encuentras con jugadores de todo tipo. Gente que conoce el club desde el año pasado y otros que viven la primera experiencia en Primera. Al principio cuesta un poco, hay que adaptarse y tener a gente experimentada en la categoría que siempre ayuda. La plantilla es muy equilibrada, seguro que desde el club se buscará mejorar, pero desde fuera se ve un equipo competitivo y ojalá se siga en esta misma línea.
La apuesta por la cantera es una realidad con la consolidación de jugadores como Abde y Javi López.
–El anterior periplo en primera fueron unos cuantos años que dieron un rédito económico al club y permitieron que el proyecto siguiese hacia adelante. Se le da continuidad no solo al primer equipo sino también a la cantera. Es una realidad, llegan, dan el nivel y demuestran que en Ibaia se puede contar con los chavales. Me alegro mucho, da un plus de sentimiento e identificación. Cuando las cosas se pongan difíciles tirarán del carro.
"Guevara es el tipo de futbolista que ojalá haya muchos en el Alavés"
Ander Guevara ha recogido su testigo en la sala de máquinas como el jugador con más arraigo hacia el club y la ciudad. ¿Siente más presión el jugador que es de la casa?
–Ander y yo tenemos una relación de años atrás. Teníamos experiencias similares, hemos coincidido en diferentes cursos formativos. Cuando me dijo que venía a Gasteiz me alegré mucho por él. Es el tipo de futbolista que ojalá haya muchos en el Alavés. Gente de la casa, que es alavesista y con un nivel tremendo. Además, tiene experiencia en Primera con un club como la Real Sociedad y es un lujo poder contar con un jugador como él. Va a vivir la experiencia de una manera diferente a como la vivía en Donosti. Va a ser igual de profesional y exigente, pero el componente anímico que supone jugar en el equipo de tu ciudad varía. Las victorias se celebran más y las derrotas afectan más. Siendo uno de los referentes del club y de la afición por su forma de ser, seguro que le tocará canalizar las emociones del vestuario. El rendimiento se mide de la misma manera a los de fuera que los de casa, pero se vive de forma diferente.
"Me gustaría acabar esta temporada jugando"
¿Tiene previsto volver a vestirse de corto?
Fuimos padres en verano y nos limitó un poco el hecho de movernos. Ahora sí que tengo la intención de jugar en enero con alguna opción que pueda surgir. Lo que me gustaría es acabar la temporada jugando. Soy consciente de que probablemente sea la última si se da. Estoy visualizando el paso hacia dónde me quiero dirigir relacionado con el deporte. Si se materializa, alargaremos el periplo futbolista. He ido completando los cursos que me tocaban, en la mente está seguir relacionado con el mundo del fútbol. No tengo muy claro el lugar, quiero experimentar y ver dónde puedo aportar. Será un proceso natural de ir escogiendo entre las diferentes opciones.
Parece evidente que su futuro más inmediato está ligado con el deporte, ¿verdad?
Es lo que he vivido, donde más conocimientos puedo tener. Me he ido formando en diferentes ámbitos con el deporte y veremos las opciones que hay. También quiero comprobar dónde soy útil. Uno puede tener una visión desde fuera, pero quizás la realidad es otra. Es un proceso que todavía no he iniciado, pero que pronto llegará.
