Las 24 horas del día se le quedan muy cortas a Igor San Román, un rostro conocido en Vitoria a donde llegó en 2010 y ha formado una familia. Su mujer y sus dos hijas son gasteiztarras, pero este licenciado en Derecho de 48 años lleva la sangre rojiblanca por sus venas desde bien pequeño.
El Athletic es el club de su vida desde tiempos inmemoriales, aunque posiblemente nunca llegó a imaginar que el destino tan caprichoso le llevaría hoy en día a ser uno de los vocales y hombres fuertes de su junta directiva.
Aunque nacido en Bilbao, Igor es desde hace poco más de un año el único vitoriano que integra el equipo de trabajo que rige los designios del Athletic. Fue uno de los precursores del proyecto IZAN nacido en 2015 entre un grupo de amigos para alcanzar la zona noble del club rojiblanco y se ha convertido en una figura de la máxima confianza de Jon Uriarte tras su éxito ante Iñaki Arechabaleta y Ricardo Barkala en las elecciones celebradas a finales de junio de 2022.
Con una dilatada experiencia en el sector, San Román diseñó la estrategia de comunicación y trabajó de forma exitosa en la sombra para que Uriarte se convirtiera en el trigésimotercer presidente de la historia del Athletic.
Además, participa en otros proyectos relacionados con la comisión del 125 aniversario de la entidad de Ibaigane, por lo que la intensidad y exigencia del día a día en ocasiones le devora.
Y es que simultanear su trabajo al frente de una empresa de comunicación en Gasteiz y los constantes desplazamientos a Bilbao forman parte del quehacer cotidiano de este vitoriano de adopción que, como no podía ser de otra forma, se halla inmerso en una semana especial por el derbi entre el Alavés y el Athletic.
DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha pulsado su estado de ánimo antes de un partido que promete emociones fuertes en Mendizorroza.
"Hasta que no entras, no sabes lo que hay. Es cierto que el Athletic tiene una trascendencia muy elevada, pero nosotros al final estamos para ayudar a la estructura, marcar el camino"
“El Athletic es un club gestionado por los socios en virtud de un proceso democrático de elecciones cada cuatro años. Hace tiempo creimos conveniente, por un sentido de responsabilidad, la opción de acceder a gestionar el club. No estábamos atravesando por la mejor de las situaciones a nivel económico. Somos un club solvente y con cero deuda pero nuestras cuentas anuales requieren de una corrección por la inercia negativa de un déficit anual consolidado en el tiempo. Fuimos con un mensaje de renovación y transformación que los socios y socias del Athletic entendieron como bueno hace un año”, afirma Igor cuando echa la vista atrás para evocar su llegada a la zona noble de Ibaigane.
Elogios a Jon Uriarte
Amigo desde la juventud de Jon Uriarte, con quien jugaba las clásicas pachangas de fútbol, Igor ejerce su labor con extrema rigurosidad y profesionalidad. Tras trabajar con anterioridad en otros ámbitos, el adentrarse en el tan complejo mundo del fútbol ha sido asumido con total naturalidad.
“Mi relación de amistad con Jon no quita para que yo sea una más de las 18 personas que conformamos la junta directiva del Athletic”, aclara San Román, quien aboga como filosofía por “un modelo de transformación del club orientado a los resultados” y, de momento, muy satisfecho por cómo están yendo las cosas.
"De Jon Uriarte destaco valores como la exigencia, la competitividad y su carácter, al margen de ser una persona tolerante y razonable; es alguien normal a pesar de su posición”.
“Este modelo es lo que el Athletic necesita para ser sostenible en el futuro. Jon es alguien con grandes virtudes y, junto con las de los demás directivos, formamos un buen equipo. Necesitábamos tener un candidato de primer nivel y él aceptó el reto y el liderazgo porque entendió la situación de necesidad del club para cambiar de rumbo”, puntualiza Igor, quien alaba de Uriarte valores como “la exigencia, la competitividad y su carácter, al margen de ser una persona tolerante y razonable; es alguien normal a pesar de su posición”.
El objetivo que la junta directiva se ha propuesto radica en convertir al Athletic en “una institución de alto rendimiento” y para ello ha puesto en marcha el Plan de Acción 2023-26. En él se explica con detalle el modelo de gobierno y la metodología de trabajo implantados por el club rojiblanco para la consecución de los objetivos.
“Hasta que no entras, no sabes lo que hay. Es cierto que el Athletic tiene una trascendencia muy elevada, pero nosotros al final estamos para ayudar a la estructura, marcar el camino. Son otros los que se encargan de la gestión”, precisa el vitoriano, quien no esconde la dificultad de gestionar un club de cantera como el Athletic debido a “su particular filosofía” en cuanto al DNI de procedencia de los jugadores y que encaja bien las posibles críticas en las redes sociales. “Cuando San Mamés está lleno de socios, socias y aficionados, nosotros preferimos quedarnos al final con el calor que dan al club”, enfatiza.
Con una decena de peñas en todo Álava, el gasteiztarra pone de relieve que el Athletic tiene una trayectoria y una forma de ver el fútbol que “genera atracción en distintas personas”. También subraya que “el jugar con tan solo jugadores nacidos en Euskal Herria hace que tengamos penetración y se cree afición en muchos sitios donde se sienten identificados con nosotros”.
El label alavés del Athletic viene personificado por la presencia de cuatro pesos pesados a las órdenes de Ernesto Valverde como Unai Simón, Dani Vivian, Oscar de Marcos y Mikel Vesga.
A su juicio, “son tíos fenomenales, unos profesionales serios y estamos muy contentos tanto con ellos como con el resto de la plantilla. En la mayoría de los casos, hay una amistad que trasciende el fútbol, lo cual a nosotros nos agrada. Tienen claro que el Athletic es un club diferente y con un ADN especial al que ellos contribuyen para su crecimiento”.
