Una de las grandes prioridades de Sergio Fernández durante este mercado estival radica en reforzar el centro de la zaga. Con independencia de lo que suceda con Víctor Laguardia, que deberá aceptar una oferta a la baja para dar continuidad a su ciclo en Vitoria, el director deportivo del Alavés aspira a reforzar esta demarcación del campo con uno o dos futbolistas de cierto empaque que brinden consistencia al equipo vitoriano en una categoría tan difícil como la Segunda División, donde los favoritos al ascenso siempre deben tener entre ceja y ceja candar su portería y no encajar goles.
Pues bien, uno de los jugadores a los que está siguiendo el Alavés para su proyecto del curso 2022-23 es José Manuel Arias Copete, un joven central zurdo de 22 años que acaba contrato con la Ponferradina y pretende emprender nuevos retos lejos de tierras bercianas, donde ha militado la última temporada siendo una de las piezas más solventes a las órdenes de Jon Pérez Bolo, el que pudo ser técnico del Alavés antes de la llegada de Luis García Plaza.
Copete, un futbolista espigado de 1,90 metros de altura, solvente en el juego aéreo y que también cuenta con una buena salida de balón, se formó en las filas del Écija. Más tarde pasaría por las categorías inferiores del Córdoba y Villarreal. También estuvo cedido en la Recreativa Peña Deportiva cuando este modesto militó en Segunda División B.
Sin embargo, no ha sido hasta esta última campaña cuando el objeto de deseo alavesista se ha dado a conocer a nivel estatal gracias a sus buenas actuaciones en la Ponferradina, con el que ha disputado 28 partidos en el torneo doméstico y dos de Copa del Rey logrando un gol y dos asistencias. A diferencia de otros centrales de Segunda por los que ha preguntado el Alavés pero tienen contrato, el central sevillano podría llegar libre a Mendizorroza.
Otra curiosidad es que Copete tiene un carácter extremadamente competitivo y se ha perdido varios partidos por sanción en este curso recién finalizado. Ante el Oviedo fue expulsado por hacer un gesto donde fingía estar esposado tras un penalti a favor del Oviedo. Contra el Huesca también recibió la roja por dar un codazo a un rival siendo sancionado con dos partidos. Además, se perdió un cuarto duelo por acumulación de amarillas. Según ha confirmado este periódico, el Alavés no le ha trasladado todavía ninguna propuesta en firme y Copete aún no ha decidido dónde jugará a partir de la próxima campaña.