Para que el Deportivo Alavés tenga opciones de salir vencedor de la cruel batalla por la permanencia que se vivirá mañana en Mendizorroza, José Luis Mendilibar va a necesitar que todos sus pupilos, tanto los once que arranquen el choque sobre el césped como los que lo inicien en el banquillo, ofrezcan una versión bastante superior a la que se vio en el derbi frente a la Real Sociedad en Anoeta, donde, pese a que el resultado final no fue abultado, los albiazules estuvieron lejos de, por ejemplo, su actuación ante el Sevilla.

Pues bien, entre las diferentes claves que pueden decantar el encuentro, una de las más destacadas va a ser la capacidad de Rubén Duarte y Nahuel Tenaglia para detener las proyecciones por la banda del cuadro nazarí. Porque, aunque el Granada es un equipo con mucho talento en la medular -gracias, sobre todo, a la presencia de Luis Milla-, sus mejores acciones de peligro se originan cuando los hombres del centro del campo consiguen conectar en posiciones adelantadas con sus extremos e, incluso, laterales, quienes no reniegan la posibilidad de doblar a su par y llegar a línea de fondo.

En este sentido, los nombres propios más destacados -y a los que deberán vigilar de cerca el almeriense y el argentino- son Antonio Puertas y Darwin Machís. Dos atacantes muy incisivos y con capacidad de desborde y remate que saben de sobra lo que es castigar a la zaga babazorra y que, sin embargo, han perdido bastante protagonismo en la presente temporada. Tanto que, por ejemplo, en la jornada anterior, cuando se midieron al Elche en Los Cármenes, ambos comenzaron la contienda en el banquillo.

Ahora bien, desde tierras andaluzas apuntan varias novedades en el once y, entre las distintas opciones que maneja Rubén Torrecilla, la titularidad de uno y otro no sería para nada sorprendente. Sobre todo, teniendo en cuenta que, tras el fallido experimento en su primer partido al frente del equipo, el técnico extremeño necesita urgentemente una reacción en su plantilla que le permita conseguir un buen resultado en el feudo del Paseo de Cervantes. Algo para lo que, sin duda, están capacitados tanto Puertas como Machís.

De todas formas, también existe la posibilidad de que Torrecilla continúe lo que ya comenzó frente al Elche y, en ese caso, los laterales albiazules deberían vigilar las subidas de los carrileros. Carlos Neva y Quini fueron los elegidos por el entrenador interino para ocupar las bandas en el 5-3-2 del último choque y, junto a Myrto Uzuni -extremo que jugó de punta al lado de Leo Suárez, pero que se dejó caer al margen izquierdo varias veces- pueden ser las mejores bazas del cuadro granadino en ataque.

Por fortuna para Mendilibar, Tenaglia cada día está mejor y más adaptado -buena muestra de ello fue su cara a cara con Januzaj del otro día-; y Duarte, a pesar de que, en ocasiones, cometa errores que suelen poner en apuros a Pacheco, acostumbra a ser muy estable. Sin olvidar, asimismo, los apoyos que puedan ofrecer Rioja y Edgar o los futbolistas del centro del campo, aunque estos tendrán, antes que cualquier otra cosa, la misión de impedir que Luis Milla participe en las triangulaciones y, además, ralentizar el alto ritmo de juego que buscarán imponer los visitantes.

Sin torrente por sanción

Por otro lado, cabe recordar que el Granada deberá afrontar una ausencia importante en su visita a Mendizorroza. Se trata del central Raúl Torrente, quien, después de ver la cartulina amarilla contra el Elche, tendrá que cumplir sanción esta jornada por acumulación de tarjetas. Una baja que, si Torrecilla decide mantener el dibujo de tres centrales, afectará sumamente al once inicial, pues, en ese caso, el preparador extremeño se verá obligado a reconvertir a uno de sus laterales -en principio, Víctor Díaz- para acompañar a Domingos Duarte y Germán en el núcleo de la zaga.