Después de varias actuaciones positivas, el Deportivo Alavés ofreció este domingo en Anoeta una actuación a la altura de lo que está siendo la presente temporada. Salvo por los primeros 20 minutos, los babazorros apenas pudieron poner en apuros a su rival, la Real Sociedad, y, aunque el resultado final fue muy ajustado (1-0), este no hizo justicia a la amplia superioridad de los locales, que se quedaron con los tres puntos gracias a un cabezazo de Zubimendi en la segunda parte.

Para la visita al feudo txuri-urdin, José Luis Mendilibar albergó la posibilidad de alinear a su centro del campo teóricamente titular, pero, pese a que mantuvo tres futbolistas ahí, prefirió dar continuidad a Toni Moya y Pere Pons. El extremeño y el catalán estuvieron acompañados en la medular por Tomás Pina, única novedad en el once respecto al empate (0-0) frente al Sevilla del pasado viernes en Mendizorroza, y enviaron al banquillo -de forma sorprendente- a Mamadou Loum y Gonzalo Escalante.

Al igual que hizo ante el cuadro hispalense, el Alavés arrancó el choque tratando de dificultar la salida de balón de la Real, que se encontró ante sí un bloque albiazul -vestido de rojo esta vez- muy alto e insistente en la presión. Sin embargo, aunque los vitorianos recuperaron varias posesiones en campo rival, lo cierto es que en ningún momento, al menos durante la primera mitad, llegaron a intimidar la portería defendida por Álex Remiro, cuya mayor preocupación fueron las acciones de estrategia.

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Primera División: Real Sociedad - Deportivo Alavés

Entonces, ante esa falta de peligrosidad en ataque de los gasteiztarras, los pupilos de Imanol Alguacil solo tuvieron que esperar su momento. En cuando el Glorioso, sobre el minuto 20 de juego, relajó su posicionamiento adelantado, la medular local empezó a carburar y, en varias transiciones hacia las bandas, generaron hasta tres ocasiones con las que inaugurar el electrónico de Anoeta.

En concreto, fueron dos remates de Alexander Isak, primero de espuela y después de cabeza; y otro de Mikel Merino, quien trató picarle el balón a Pacheco en su única llegada al área, los que metieron el miedo en el cuerpo a un conjunto babazorro que no supo cómo tapar los balones en profundidad con los que Portu, Januzaj y Sergio Rico consiguieron encontrar al delantero sueco.

Tras el paso por los vestuarios, Mendilibar volvió a pecar de falta de reacción y, por ende, la Real continuó dominando la contienda sin demasiada dificultad. Salvo por una acción de Rioja, al que asistió Moya para que, finalmente, su remate lo terminara despejando el guardameta navarro, el Alavés se mantuvo sometido en un preocupante bloque bajo que derivó un avasallamiento de los guipuzcoanos, que lograron abrir la lata en el minuto 64, cuando Zubimendi envió a la red un centro medio de Oyarzabal en una acción a balón parado.

A partir de ese momento, ya sin nada que perder y con piernas frescas sobre el césped -el técnico de Zaldibar dio entrada a Escalante, Loum, Jason, Vallejo y Miguel-, los albiazules se reencontraron con su carácter inicial e, incluso, pudieron empatar el encuentro, pero fue demasiado tarde.

Tanto Remiro como la zaga txuri-urdin, Le Normand especialmente, pudieron evitar el tanto vitoriano, el cual tuvieron en sus botas el centrocampista argentino, Joselu y el atacante gaditano, y el derbi terminó con el 1-0. Aunque, eso sí, la diferencia pudo ser más si Sørloth llega a aprovechar un mano a mano que tuvo con Pacheco poco antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario.