Matt Miazga es un futbolista que, indudablemente, ha hecho historia en el Deportivo Alavés. No por sus éxitos deportivos, porque solo lleva siete meses en Vitoria-Gasteiz y, por ende, aún no le ha dado tiempo a dejar grabado su nombre en Mendizorroza, pero sí por su origen. Y es que, pese a que por el conjunto babazorro han pasado futbolistas de todas las nacionalidades habidas y por haber, ningún estadounidense había vestido jamás la zamarra albiazul hasta su llegada el pasado mes de agosto, cuando el Chelsea aceptó cederlo a la entidad del Paseo de Cervantes.
Ahora bien, hablar únicamente de su procedencia es bastante injusto, pues, aunque todavía no haya conseguido derrumbar la hegemonía de Víctor Laguardia y Florian Lejeune en el centro de la zaga del Glorioso, lo cierto es que ha llamado a la puerta en diferentes ocasiones. Esto último, como consecuencia de su inteligencia en el área y contundencia al cruce, dos características que los seguidores alavesistas pudieron ver brillar por última vez en el derbi frente al Athletic del pasado 9 de enero y que, por desgracia, el norteamericano no logró mostrar en la visita al Benito Villamarín, donde cometió un grave error que, sumado a la disponibilidad de los dos titulares, le ha devuelto al banquillo en las últimas tres jornadas.
Sin embargo, el fútbol siempre ofrece nuevas oportunidades y, salvo sorpresa, el defensa de Clifton (Nueva Jersey) regresará esta noche a la titularidad. Además, no lo hará en un escenario cualquiera; serán el Santiago Bernabéu y el Real Madrid, principal aspirante al título liguero, los encargados de poner a prueba el estado de forma de Miazga, quien, horas antes de saltar al césped del feudo blanco, ha respondido ilusionado la llamada de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
¿Cómo está el equipo tras la victoria del pasado domingo frente al cuadro che?
-Ahora mismo, el estado anímico del vestuario es muy bueno. Los tres puntos que conseguimos contra el Valencia nos demostraron que podemos ganar a rivales potentes de LaLiga, lo cual nos ha venido genial para afrontar la semana; y, a pesar de que sabemos que el calendario es muy exigente, estamos listos para afrontar todo lo que nos viene hoy y lo que vendrá después.
Teniendo en cuenta lo sucedido en encuentros anteriores, ¿qué es lo que hicieron diferente y, por consiguiente, les permitió romper su mala racha?
-Creo que la principal diferencia fue que nos mantuvimos de pie en todo momento. Obviamente, hubo fases del partido en las que sufrimos más de lo que nos gustaría, pero esta vez permanecimos unidos y, de esta manera, evitamos que el rival sacara provecho de sus minutos de superioridad. Luego, como es lógico, también fue fundamental que Loum y Joselu estuvieran acertados de cara a portería.
También fue importante la reacción después del gol del Valencia, ¿no?
-Por supuesto, la respuesta fue muy buena. En este sentido, pienso que fue clave que estuviéramos en Mendizorroza, porque los ánimos de la afición nos ayudaron mucho a contraatacar ese varapalo.
¿Se sintieron liberados tras ese triunfo?
-Sin duda. Como he dicho antes, todos necesitábamos urgentemente esos tres puntos después de tantos empates y derrotas. Sobre todo, porque éramos conscientes de que los rivales de la zona baja de la tabla estaban empezando a sumar y a alejarse de nosotros, lo que no podemos permitir en ningún caso.
¿Y cómo ha sido la atmósfera del vestuario durante esa racha de once partidos sin ganar?
-Sinceramente, acumulamos mucha decepción porque pensábamos que éramos mejor equipo de lo que estábamos mostrando. Además, creo que hubo varios pequeños detalles de suerte, concentración y mentalidad que nos condenaron más de lo debido. Ahora bien, nunca dejamos de entrenar al 100% y eso, junto al apoyo de Mendilibar, es lo que nos ha llevado a romper la mala dinámica. Ahora, nuestro objetivo es construir la permanencia a partir de esa victoria.
Ha mencionado al técnico vizcaíno, ¿cómo ha sido la adaptación a su particular estilo?
-Considero que ha sido buena. Su idea es diferente a la de Javi Calleja, pero es un entrenador con mucha experiencia y que, gracias a ello, sabe cómo afrontar cada situación que puede suceder sobre el césped. No tengo ninguna duda de que con su liderazgo conseguiremos salir del descenso y cerrar la salvación.
¿Sigue en marcha ese proceso de aclimatación o ya lo han terminado?
-Sí. Después de casi dos meses con él, creo que ya hemos entendido y sabemos llevar a cabo lo que nos pide. Nos falta perfeccionar alguna cosa, pero la base está.
En principio, va a ser la pareja de Lejeune en el choque que jugará esta noche el Alavés frente al Real Madrid, ¿le da respeto el Santiago Bernabéu?
-Qué va. Soy consciente de que el Real Madrid es uno de los mejores equipos del mundo, pero, aunque el escenario pueda producir cierta excitación, me lo tomo como un partido más. Al final, sobre el césped somos once contra once y cualquiera puede ganar, no hay que darle más vueltas.
¿Qué debe hacer el ‘Glorioso’ para vencer al conjunto blanco?
-Lo que Mendilibar nos pida, ni más ni menos. Lógicamente, va a ser fundamental ser sólidos en defensa y aprovechar las pocas ocasiones que tengamos en ataque, pero, en un marco más específico, si queremos ganar tan solo hay que seguir el plan del míster.
En lo referente al aspecto individual, ¿cómo valora su rendimiento hasta ahora?
-Evaluar mi temporada es muy difícil porque todavía no ha terminado, pero tengo sentimientos encontrados. Considero que todavía no he mostrado mi 100% y, como es lógico, me hubiera gustado jugar más para poder hacerlo. No obstante, entiendo cuál es mi rol en el Alavés y, además, considero que he tenido varias buenas actuaciones con las que he ayudado a mis compañeros. Lo que sí tengo muy claro es que voy a seguir trabajando al máximo para mejorar y conseguir más oportunidades.
¿Ha hablado con Mendilibar sobre su tiempo de juego?
No, aún no. Igualmente, comprendo que tampoco es una situación fácil para él. Cuando llegó, yo aún estaba recuperándome del covid-19; y, después, ha apostado por los futbolistas que él mismo conoce o por los que tienen experiencia en LaLiga. Pese a ello, he jugado dos partidos y, aunque estuve mal ante el Betis, entiendo que sí lo hice bien frente al Athletic.
Allí, en el Benito Villamarín, cometió un error importante con aquella cesión hacia atrás, ¿le dio muchas vueltas al terminar el encuentro?
-Sí, lo hago habitualmente con todos mis fallos. Como defensa central, uno siempre quiere ser perfecto y que su portería se quede a cero. Entonces, me pregunté varias veces a mí mismo por qué había hecho eso. De todas formas, acciones así se olvidan pronto porque forman parte del fútbol y son muy ocasionales e injustas. Tú puedes estar 89 minutos rindiendo genial que, si cometes un error como ese en el 90, va a ensuciar todo lo que has hecho previamente. Lo más importante es ser consistente.
Todavía es muy pronto para hablar de su futuro, pero ¿le gustaría quedarse en Vitoria-Gasteiz si el Alavés consigue la permanencia?
-Si quieres, podemos hablar de esto cuando acabe la temporada. Es imposible predecir algo en el mundo del fútbol, donde puede cambiar todo de un momento a otro. Tengo muy claro, eso sí, que no me importaría seguir aquí porque la experiencia está siendo muy positiva. Me gusta Vitoria, amo al Alavés y la relación con mis compañeros es muy buena.
¿Qué le parece el ambiente de Mendizorroza?
-La atmósfera es muy buena. No por el estadio, que no es demasiado grande, pero sí por la afición, que es muy bulliciosa. Por ejemplo, algo que me ha sorprendido para bien es que aquí los seguidores nunca dejan de cantar y animar. Podría asegurar, incluso, que nos han apoyado más cuando hemos ido perdiendo, lo que les hace ser una hinchada de verdad.
Desde su llegada a la capital alavesa, ¿qué compañero le ha sorprendido más?
-Sinceramente, han sido muchos los que me han llamado la atención. Fiché por el Alavés sin conocer a nadie de la plantilla y en el primer entrenamiento ya me di cuenta de que había mucho nivel. En concreto, podría destacar a Manu García. Es cierto que me enfrenté a él en Holanda y ya me pareció bueno, pero, después de haber jugado a su lado, me lo parece aún más.