Pese a que el balsámico gol de Joselu rescató el pasado sábado un valioso empate para el Alavés en Mendizorroza, no es menos cierto que el conjunto dirigido por Javi Calleja sigue envuelto en serios problemas y no consigue escapar de la zona roja de la tabla tras haber totalizado un solitario punto de los últimos nueve en juego.

Las actuales apreturas albiazules tienen, en parte, su génesis en los evidentes apuros para sacar adelante los compromisos en Mendizorroza ante varios rivales directos a lo largo de esta primera vuelta. Tan solo la Real Sociedad debe visitar el recinto del Paseo de Cervantes antes de que se alcance el ecuador de la competición pero, suceda lo que suceda en el derbi vasco ante los txuri urdin, lo cierto es que la fuga de puntos habrá sido excesiva.

Si algo está meridianamente claro para evitar sobresaltos antes del pistoletazo de salida a cada temporada en la élite es que el Alavés debe convertir Mendizorroza en un fortín inexpugnable ante determinados rivales en boca de todo el mundo. Pues bien, dicha premisa no se está cumpliendo ni por asomo ya que el equipo ha sumado hasta ahora 10 puntos de 27 posibles en casa con un balance de tres victorias, un empate y cinco derrotas. Es decir, tan solo el 37%, una cifra a todas luces insuficiente que justifica el desasosiego de los aficionados.

El problema radica, además, en que son varios rivales directos del cuadro vitoriano en la pelea por el descenso quienes se están aprovechando de esta debilidad para alimentar su autoestima. Únicamente dos pesos pesados como el Real Madrid y el Atlético han jugado hasta ahora en Mendizorroza porque el resto han sido conjuntos relativamente modestos ante los cuales el botín debía haber sido superior.

La temporada como local del Alavés se inició con tres derrotas consecutivas, una previsible ante los merengues (1-4) pero otras dos inesperadas ante oponentes más terrenales como el Mallorca (0-1) y Osasuna (0-2). Con el agua al cuello ya en la tabla, llegó entonces el redentor triunfo ante el Atlético gracias a aquel testarazo de Laguardia que devolvió la fe al personal.

Después de que el Real Betis volviera a llevarse más tarde los tres puntos del coliseo gasteiztarra merced a un postrero gol de Borja Iglesias, el Alavés sí consiguió hacerse fuerte delante de su masa social ante el Elche (1-0) y el Levante (2-1). Fueron dos partidos que le permitieron asomar la cabeza en la clasificación y ganar bastante crédito, aunque los fantasmas han vuelto a aparecer recientemente.

El plantel de Calleja acaba de dejar escapar otros cinco puntos en los dos últimos encuentros ante el Celta (1-2) y el Getafe (1-1). La derrota ante los celestes fue totalmente inmerecida, del mismo modo que el punto rescatado ante los del sur de Madrid puede calificarse como afortunado tras las claras ocasiones marradas por los delanteros de Quique Sánchez Flores cuando el electrónico señalaba un 0-1.