Un simple vistazo a la clasificación sirve para comprobar que, con 47, el Deportivo Alavés es uno de los equipos que más goles recibe de toda la Primera División. Solamente Granada (50) y Celta y Elche (48) le preceden en esta negativa clasificación. Porque arrastrar una media de 1,51 tantos encajados por encuentro supone, evidentemente, un lastre casi insoportable para un combinado de las características del albiazul. Sin embargo, el combinado gasteiztarra parece haber dado con la fórmula para contener esta dañina hemorragia. Y es que desde que Javi Calleja tomó las riendas de la escuadra de Mendizorroza un impenetrable candado ha protegido la portería vitoriana.
Una recuperada seguridad defensiva que se ha convertido en el trampolín perfecto para que El Glorioso y sacar la cabeza de la zona de descenso a la que había caído semanas atrás. El análisis de los datos acostumbra a conducir a conclusiones interesantes y los que en estos momentos pone sobre la mesa el Alavés desvelan que únicamente en una ocasión hasta ahora el equipo había logrado mantener su portería a cero durante dos jornadas consecutivas. Una mini racha positiva que tuvo lugar concretamente en las jornadas 21ª y 22ª, saldadas con un empate a cero en Getafe y la victoria por la mínima sobre el Valladolid en Mendizorroza (1-0). Exactamente la misma serie que ha reproducido ahora el equipo de la mano de Javi Calleja tras firmar tablas en su estreno en San Mamés (0-0) y doblegar el domingo al Huesca gracias al gol de Rodrigo Battaglia.
Este torniquete de emergencia para contener una hemorragia masiva que amenazaba con terminar desangrando al plantel albiazul debe convertirse en la piedra angular de la imprescindible reacción que necesita llevar a cabo el equipo si necesita conservar la categoría a la conclusión de la temporada. Mantener la portería a cero garantiza, como mínimo, no perder y hace que sea suficiente con un mínimo acierto ofensivo para sumar los tres puntos en liza. Toda una quimera cuando lo habitual hasta hace dos jornadas era que Pacheco tuviera que sacar casi dos balones de su portería -de media- en cada partido.
Otra buena noticia para la escuadra de Javi Calleja es que así como en San Mamés el guardameta albiazul debió emplearse a fondo para frustrar los ataques rojiblancos, el domingo frente al Huesca tuvo mucho menos trabajo. Lo que significa que el desempeño defensivo de todo el grupo fue más que correcto limitando al máximo las ocasiones de peligro generadas por su rival.
Una tendencia que tendrá que intentar alargar lo máximo posible en el tiempo porque, si lo consigue, obtendrá sin ninguna duda, réditos muy positivos. La primera prueba para comprobar si la solidez de la retaguardia vitoriana está ya consolidada o si por el contrario se trata únicamente de un accidente llegará mañana miércoles de nuevo en Mendizorroza. Y es que la 31ª jornada de Liga emparejará al Alavés con el Villarreal, quinto clasificado que llega a la cita tras golear al Levante (1-5) y con uno de los delanteros más en forma de todo el campeonato.
Gerard Moreno, segundo en la clasificación de goleadores por detrás de Leo Messi, será sin duda una gran amenaza para una retaguardia que ha sufrido demasiadas vías de agua a lo largo del curso. Si la supera y por vez primera esta campaña enlaza tres partidos de Liga imbatido El Glorioso dará un paso de gigante hacia la salvación.