Tal y como adelantó el Pitu Abelardo en la previa del encuentro frente a la Real Sociedad, Facundo Pellistri jugó ayer en Anoeta sus primeros minutos con la camiseta del Deportivo Alavés. Lo que seguramente no esperaba el uruguayo -y tampoco el técnico alavesista- es que su debut se produciría en unas circunstancias tan adversas.

El planteamiento del Alavés en el feudo txuri-urdin fue el esperado. Los albiazules -ayer con la tercera equipación- entregaron completamente el balón a los locales y buscaron hacer daño a través de transiciones relativamente rápidas, centros al área y balones en largo. La idea, como tal, era bastante lógica y había funcionado en otras ocasiones, pero para que puntuar fuera algo más que una fantasía, la zaga debía rendir al máximo nivel y no fue así.

Le costó a la Real, eso es cierto. Pero una vez abrió el marcador con un pase de Merino que puso en evidencia a la defensa gasteiztarra y que remató Isak, los de Abelardo se vinieron abajo -como ya había ocurrido en otros muchos partidos- y se dedicaron a contemplar cómo llegaban los otros tres tantos donostiarras sin oposición alguna.

En medio de esa complicada situación, poco después del 2-0, llegó la tan esperada oportunidad para Pellistri. Salió, con el 37 a la espalda, en sustitución de Córdoba y ocupó inmediatamente la banda derecha desplazando a Edgar a la izquierda, pero, pocos minutos después de saltar al césped -cuando aún no había tocado el balón-, llegó la sentencia del delantero sueco, que marcó un hat-trick. El choque, debido a la amplia superioridad de la Real y la pasividad del Alavés, no tenía mucha emoción, pero el 3-0 se la quitó por completo.

Con nada que hacer para evitar otra dura derrota, el joven jugador cedido por el Manchester United intentó dejar detalles de su calidad con el balón, pero brillar en una tarde tan aciaga era misión imposible y sus contadas intervenciones acabaron en nada.

En definitiva, Pellistri no tuvo su debut soñado -ni mucho menos- con el Alavés. No obstante, su consuelo es que, tal y como comentó el Pitu en la previa del derbi, tendrá más minutos en las próximas semanas para intentar ganarle el puesto a Edgar Méndez, que sigue sin dar el nivel, aportar al equipo y ayudar a lograr la permanencia en Primera División.

La siguiente cita del Glorioso será en Mendizorroza frente a un rival directo como Osasuna y, si el uruguayo -séptimo que viste la camiseta albiazul- cuenta con minutos, será un buen partido para valorar sus aptitudes.

Córdoba sigue en el once El que sí parece que ha convencido a Abelardo es el bilbaíno Iñigo Córdoba. Llegó cedido, al igual que Pellistri, en el pasado mercado invernal, pero su participación ha sido muy superior hasta el momento. Debutó saliendo desde el banquillo en la victoria frente al Pucela y, desde entonces, ha sido titular en los partidos que el Alavés ha jugado en el Camp Nou y en Anoeta.

El perfil del jugador cedido por el Athletic y el de Luis Rioja, que hasta la llegada de Córdoba era un indiscutible en el once, no es especialmente diferente, pero parece que el mejor control de balón y la capacidad para centrar del bilbaíno han sido dos razones suficientes para que el técnico astuariano haya decidido prescindir de la mayor verticalidad del sevillano que, al contrario que en el partido contra el Barça donde, además, marcó, ni siquiera salió desde el banquillo en Anoeta.