El partido que ha supuesto en final de la pretemporada alavesista ante rivales de entidad ha reafirmado tanto las virtudes como las carencias de un equipo que no ha conseguido ganar en cuatro partidos a pesar de haber conseguido marcar, en esta ocasión dos goles además, en todos ellos. La evidencia que el principal problema que tiene que corregir Pablo Machín se encuentra en un entramado defensivo al que, tal y como se preveía, le está costando asimilar los automatismos de un sistema de tres centrales que en estos momentos hace aguas con una asiduidad excesiva. Una tara que se ha repetido en todos los amistoso de preparación, que se ha vuelto a repetir en Zubieta y que se tiene que corregir para que, cuando los puntos ya estén en juego, se pueda sacar un mayor rendimiento del potencial ofensivo de este grupo, con la pareja formada por Joselu y Lucas Pérez evidenciando de nuevo que su conexión va a volver a ser un peligro constante para sus rivales.

En la última prueba de la pretemporada y a poco más de una semana vista al inicio del nuevo curso con el primer partido oficial contra el Betis, Machín ha dispuesto la que perfectamente podría ser la alineación titular contra los verdiblancos el lunes 14 de septiembre.

El preparador soriano ha puesto las cartas boca arriba con un once que ha venido a reafirmar lo que se venía perfilando y al que ha obligado a realizar un esfuerzo ya de largo recorrido al completar los noventa minutos (los jugadores llamados a ser suplentes han sido reservados para jugar a la tarde contra el filial en Ibaia) ante una Real Sociedad plagada de futbolistas de su cantera.

Tras un susto inicial por un fuerte golpe en el tobillo de Pina, Joselu y Lucas Pérez han sacado a relucir la facilidad que tienen para entenderse en la enésima repetición de una jugada explotada al máximo el pasado curso. Balón en largo para que el delantero de Silleda lo baje con su facilidad para ganar los duelos individuales, en esta ocasión con el pecho, y pase el profundidad a la ruptura al espacio por la derecha del coruñés, que a pie cambiado ha definido a la perfección ante Moyá con un remate a la base del palo que ha supuesto el 0-1 a los 7 minutos.

Esa acción ha supuesto prácticamente el único sobresalto en una primera parte de ritmo muy pausado. La Real ha tratado de explotar la debilidad defensiva albiazul por los costados, siendo González de Zárate el encargado de reafirmar la necesidad de engrasar todavía ese engranaje con un par de pases que han desarbolado a los centrales, el primero resuelto con un disparo fuera de Bautista y el segundo con un más que claro pisotón de Duarte a Lobete en el área que debería haber sido penalti. Mientras el equipo vitoriano se ha dedicado a sobar el balón sin apenas profundidad y cometiendo algún error grave de nuevo en la salida que le ha podido costar caro.

Mucho más cómodos se han mostrado los de Machín con una presión que ha hecho mucho daño al rival, con la tripleta de centrocampistas haciendo un despliegue sensacional a la hora de tapar espacios, y que ha propiciado montar alguna contra rápida que ha evidenciado el peligro que este equipo tiene desplegándose por las bandas y llegando con muchos elementos al área en unos últimos minutos previos al descanso más vibrantes.

El Alavés ha querido mantener ese incremento de intensidad en el arranque de la segunda parte, pero se ha encontrado con una Real mucho más agresiva en la presión y al tercer intento, la calidad en el pase de González de Zárate ha sido determinante. El mediocentro, milimétrico en sus servicios a la espalda de los centrales, ha encontrado a Bautista, que seguramente estaba en fuera de juego, y Laguardia ha derribado al delantero en un penalti claro que el propio Bautista ha transformado en el 1-1.

Joselu no ha podido rubricar la réplica al salvar Moyá un remate a bocajarro y en la vuelta la Real ha conectado de nuevo a la perfección sacando a relucir las carencias de la zaga a la hora de coordinarse. Una pared y Aldasoro se ha quedado solo ante Pacheco, al que ha batido con tranquilidad para hacer el 2-1.

Tras eso minutos de zozobra que en una semana habrá que controlar porque los errores costarán puntos de verdad, el cuadro albiazul ha recompuesto la figura y se ha ido a por un empate que ha acabado encontrando en una nueva combinación perfecta entre Lucas y Joselu. El coruñés ha sacado ventaja por el costado izquierdo y su servicio medido desde ahí lo ha embocado en esta ocasión el de Silleda para reafirmar lo bien que se entiende la pareja.

El 2-2 no se ha movido ya del marcador. Facilidad para marcar de nuevo, pero unos problemas bastante evidentes y graves en defensa sobre los que hay que seguir trabajando porque en poco más de una semana la competición de verdad castigará los fallos con la pérdida de puntos.

REAL SOCIEDAD (2): Moyá; Blasco, Arambarri (Pacheco, m. 73), Sagnan, Ezkurdia; Alkain, Aldasoro, González de Zárate, Navarro; Lobete y Bautista.

ALAVÉS (2): Pacheco; Laguardia, Ely, Duarte; Edgar, Pina, Battaglia, Pons, Rioja; Lucas Pérez y Joselu.

Goles: 0-1, minuto 7: Lucas Pérez, 1-1, minuto 58: Bautista, de penalti; 2-1, minuto 64: Aldasoro; 2-2, minuto 75: Joselu.

Incidencias: Zubieta; a puerta cerrada.