- Desde que José Bordalás llegó al banquillo del Getafe en el curso 2016-17, siempre ha caminado con paso firme, con pocos sobresaltos provocados por alguna mala racha de resultados y celebrando éxito tras éxito hasta cosechar los aplausos de muchos sectores del mundo del fútbol. Sin embargo, el parón de tres meses generado por el coronavirus ha sentado fatal a su Getafe, que ha pasado de jugar a un gran nivel en el mes de febrero con victorias sorprendentes como la que logró ante el Ajax, al que eliminó en dieciseisavos de final de la Liga Europa, a encadenar encuentros con pocos triunfos para ver peligrar su presencia continental la próxima temporada.

Cuando disputó su último encuentro antes del estado de alarma, un empate sin goles frente al Celta, el Getafe ocupaba la quinta plaza con 46 puntos a solo uno del Sevilla, último club que en esos momentos estaba en disposición de disputar la Liga de Campeones. La diferencia respecto al octavo, en aquellos días el Villarreal, era de ocho puntos. En las ocho jornadas que se han disputado tras la reanudación de la competición, el Getafe ha perdido un puesto y ahora es sexto. Se le ha escapado la Liga de Campeones, que ahora ya es un objetivo imposible -eso en lo referido a la competición liguera, ya que la máxima competición continental reserva una plaza al campeón de la Europa League- cuando quedan nueve en juego y su desventaja con los hispalenses ha ascendido hasta los diez. Y las distancias respecto al Valencia, octavo, que se quedaría fuera de Europa, se han reducido hasta los tres puntos.

Los datos hablan por sí solos: de los ocho partidos posconfinamiento, el Getafe solo ha ganado uno, a la Real Sociedad (2-1). Además, ha sido derrotado en dos ocasiones (Granada, 2-1 y Villarreal 1-3) y ha empatado cinco veces. En total, de 24 puntos, ha sumado sólo siete. Sin duda, ha sido uno de los equipos más afectados por el parón.

Lejos quedan exhibiciones como las que el Getafe dio ante el Valencia, su cenit de juego y resultados esta temporada. Aquel 3-0 del mes de febrero, con un despliegue espectacular de todo el equipo, parece una ilusión. El equipo de Bordalás ha ido poco a poco hacia abajo y parece que ante el Villarreal tocó fondo tras la trifulca final que acabó con tres expulsados en su equipo.

Y es que al Getafe le cuesta una inmensidad generar oportunidades de gol. El juego directo se ha transformado en un compendio excesivo de balonazos. El nivel de intensidad se mantiene intacto, no hay ni una queja al respecto, pero algo falla en un equipo que se ha atascado en sólo ocho jornadas.

Bordalás llegó al Getafe con las alarmas de la Segunda División B muy encendidas. Sustituyó a Juan Esnáider, dio la vuelta a la tortilla y ascendió a Primera División. Después, en la temporada 2017-18, su equipo rozó los puestos europeos con una digna octava plaza.

El año siguiente subió el listón, acabó quinto y peleó hasta la última jornada por la cuarta plaza que se llevó el Valencia. Y en la presente campaña, está en octavos de final de la Liga Europa con un doble enfrentamiento pendiente ante el Inter y aún pelea por acabar entre los primeros de LaLiga.

Al técnico del Getafe no hay que reprocharle nada. Hace magia con sus jugadores, menos técnicos que los de muchos equipos pero a los que ha revalorizado con sus sistema. Mauro Arambarri, Nemanja Maksimovic, Jaime Mata, Djené Dakonam, Marc Cururella o David Soria son sólo algunos ejemplos que ahora superan con creces los diez millones de euros en su valoración.

También se le fueron revulsivos como los brasileños Deyverson Silva y Robert Kenedy, que cumplieron su contrato de cesión en junio y el club madrileño no hizo efectiva sus cláusulas de compra. La pérdida de ambos, sobre todo la de Kenedy, un extremo diferente al resto, ha podido influir en el bajón del Getafe.

Ahora Bordalás tendrá que lidiar con tres bajas importantes tras las expulsiones de Nyom, Damián y Etxeita, todos envueltos en la trifulca posterior al duelo ante el Villarreal. Son tres defensas habitualmente titulares que dejan coja su para el compromiso del Getafe mañana ante el Alavés. Es más, Etxeita no volverá a jugar al ser castigado con tres partidos; mientras que Damián se ha llevado dos.

Sin sus defensas, con la pérdida hace tiempo de sus jugadores cedidos, sin Ángel por acumulación de tarjetas y con tocados como Etebo y Cabaco, el alicantino afrontará el último tramo de la temporada en el que tal vez es su peor momento en el Getafe. Los resultados no acompañan y las bajas no ayudan. Bordalás tendrá que reinventarse para recuperar la alegría.