vitoria - César Caneda sigue firmemente empeñado en batir todos los récords de longevidad dentro del fútbol español. El central vitoriano seguirá una temporada más en activo a sus 41 años tras oficializarse esta semana su renovación con la Unión Deportiva Logronés, equipo perteneciente al grupo 2 de la Segunda División B que ha vuelto a depositar su confianza en él.

El alavés será nuevamente el kaiser de la defensa de los riojanos, que volvieron a quedarse el pasado curso con la miel en los labios en la pelea por el ascenso a Segunda A tras verse apeados en el play off de semifinales por el Hércules. En Logroño cumplirá su cuarta temporada un futbolista incombustible para el que el tiempo no parece pasar en balde.

Su dilatada trayectoria en conjuntos de diferente enjundia ha permitido a este veterano central convertirse en el jugador con más partidos en las tres primeras categorías del fútbol español. Concretamente, totaliza ya 764 apariciones oficiales repartidas durante 24 campañas. Es decir, un cuarto de siglo sobre el verde de infinidad de estadios en los que ha dejado siempre un legado de profesional intachable.

César podría alcanzar de esta manera durante el próximo ejercicio el hito de los 800 encuentros, una marca ciertamente asombrosa que deja entrever una salud de hierro -apenas ha sufrido lesiones de importancia- y una regularidad encomiable a la hora de entrar en los planes de los numerosos entrenadores que le han dirigido en su carrera.

El vitoriano, formado en la cantera de Lezama, debutó en Segunda B en el Aurrera en la temporada 95-96. Desde entonces, siempre se ha mantenido al pie del cañón en equipos de Primera, Segunda A y Segunda B. Tras su efímero paso por el equipo gasteiztarra, César retornó al filial del Athletic hasta que se estrenó con el primer equipo en 1998 llegando incluso a competir en la Champions League. Careció de la continuidad soñada en tierras vizcaínas y salió cedido en varias ocasiones. El Salamanca, el Sevilla y el Racing de Santander fueron algunos clubes que le acogieron. Con estos dos últimos, consiguió el ascenso a Primera División.

Tras jugar en el Eibar y el Cádiz, el curso 2008-09 fue uno de los más amargos en la carrera de Caneda al producirse el descenso a Segunda B con el Alavés. En el Mirandés, al que llegaría tras un año en el Guijuelo, protagonizó una larga etapa de cinco años (2010-15). Finalizada una segunda etapa en el Racing (2015-16), se ha asentado en la UD Logroñés como uno de sus principales bastiones en la retaguardia.

Todo hace indicar que la relación de César Caneda con el deporte no terminará cuando abandone el fútbol profesional. Y es que el vitoriano trabaja desde hace tiempo en un centro de entrenamiento personal, nutrición y bienestar. “Llevo unos años viendo cerca el final, pero acabo las temporadas jugando muchos minutos y con ganas de continuar. Hace falta trabajo y mucha suerte para poder llegar a esos números. Todos los entrenadores que he tenido han confiado en mí y las lesiones me han respetado”, reconoció el vitoriano el año pasado a este periódico. Únicamente ha debido lamentar una operación de menisco en sus prácticamente cinco lustros como futbolista.