Vitoria - El Deportivo Alavés se sigue moviendo en el mercado en busca de las piezas que completen la exigua plantilla que en estos momentos maneja Luis Zubeldía y Sergio Fernández ha fijado sus ojos en el centrocampista de la Real Sociedad Rubén Pardo. El medio riojano, que jugó la segunda mitad de la pasada campaña cedido en el Betis, no entra en los planes de Eusebio Sacristán para el presente curso y está buscando una salida para poder disfrutar de los minutos que sabe que va a tener muy complicados de continuar en el club donostiarra. Una de las propuestas que tiene sobre la mesa es la que procede de Mendizorroza, ya que la entidad del Paseo de Cervantes está buscando, entre otras cosas, un centrocampista con capacidad para generar juego con el balón y que cubra un amplio espacio sobre el campo, condiciones con las que el de Logroño cumple a la perfección.

A punto de alcanzar los 25 años, Rubén Pardo ha sido una de las mayores perlas que ha dado Zubieta en la última etapa, pero en la Real Sociedad se había estancado en las últimas temporadas tras haber entrado con ímpetu en el primer equipo procedente del filial. Con Philippe Montanier -quien le dio la alternativa-, Jagoba Arrasate o David Moyes fue pieza prácticamente indiscutible y también el propio Eusebio recurrió asiduamente a él durante su primera campaña, pero en el arranque del pasado curso pasó a ser un futbolista irrelevante en sus planes y por ello decidió salir en el mercado invernal para incorporarse al Betis.

Ampliado su contrato hasta el 30 de junio de 2020, Pardo firmó una muy buena segunda vuelta en el conjunto sevillano, en el que le dieron galones desde su incorporación y fue uno de los mejores del equipo verdiblanco en ese tramo final del curso. Descartada la opción de ampliar el préstamo, el centrocampista riojano regresó a Donostia con la intención de hacerse un hueco en los planes del preparador vallisoletano, pero en las dos primeras jornadas ha sido uno de los descartes de Eusebio, tiene muchos jugadores por delante en la rotación y ha tomado la decisión de buscar una nueva salida a préstamo para seguir disfrutando de minutos.

En esta tesitura, el Alavés es uno de los clubes de Primera -hay más candidatos a hacerse con su contratación- que ha llamado a las puertas de Pardo para tratar de hacerse con sus servicios. Sergio Fernández está buscando un centrocampista con dotes creativas, que tenga capacidad para tomar buenas decisiones con el balón y que aporte un toque de calidad a una demarcación en la que futbolistas como Tomás Pina, Wakaso Mubarak o Manu García -también está ahí Dani Torres, del mismo perfil que los anteriores pero con todas las papeletas para abandonar el club en unos días- destacan en labores más oscuras. Un organizador que dote de sentido a una ofensiva vitoriana hasta ahora carente de ideas, un perfil donde el riojano encaja a la perfección por sus características.

Para el futbolista, la opción de El Glorioso le resulta muy interesante por su cercanía con Donostia y su Logroño natal, mientras que las buenas relaciones entre la Real Sociedad y el Alavés -este verano ya se ha concretado la cesión de Héctor Hernández desde Anoeta a Mendizorroza- podrían allanar una operación que, de concretarse, dotaría a Zubeldía de un centrocampista muy interesante para potenciar la creación de juego.