vitoria - El pasado 19 de julio, minutos después de debutar en San Juan de Luz de manera oficial como máximo responsable del primer equipo, Luis Zubeldía advirtió en una de las contadas ocasiones en las que ha hablado ante los medios que se encontraba en fase de análisis para concretar el perfil de jugadores que le “llenaran”. Pues bien, semanas después de aquello y a juzgar por lo visto en los cuatro amistosos que el Alavés ha disputado desde que se midió al Toulouse, el argentino aún transita por esa delicada fase de conocimiento cuando apenas restan un par de semanas para que comience la temporada. Es de suponer que la concentración que desde ayer por la noche lleva a cabo el equipo en Algorfa (Alicante) redunde en una mayor cohesión del grupo y, de paso, ayude a perfilar y asimilar el concepto de juego que Zubeldía tiene previsto poner en liza la próxima temporada. Un estilo que, por el bien del futuro del equipo, debe distar mucho de lo ofrecido por el Glorioso en los últimos partidos de pretemporada, especialmente ante el Numancia y el Trabzonspor, a priori dos conjuntos de inferior nivel y categoría ante los que se supone que el once albiazul debería no haber sufrido tanto. En Los Pajaritos arrancó un empate (1-1) en el último minuto después de un partido plomizo y el pasado miércoles cayó con justicia ante el conjunto turco tras 90 minutos carentes de ritmo, ideas y fundamentos básicos. Pero está el conjunto de Luis Zubeldía en pretemporada, que se supone es el escenario propicio para protagonizar errores, asumir los mismos y establecer pautas y remedios para que no se vuelvan a repetir.
Por si había alguna duda del trabajo que aún le queda por delante al preparador argentino para conformar un equipo competitivo, bastaba con echar un vistazo ayer a las cuentas personales de algunos de sus jugadores en redes como Twitter -también la cuenta oficial del club- para confirmar las malas sensaciones que ahora mismo ofrece el plantel. “En el camino, lejos de lo que seremos, pero hay que darle una vuelta más”, analizó poco después de la derrota una voz autorizada como Manu García. “Partido duro e intenso, a seguir trabajando y corrigiendo”, abundó Ibai Gómez; “El conjunto albiazul cae ante un rival más entonado. ¡A seguir trabajando! #GoazenGlorioso”, concluyó en este mismo sentido el propio Deportivo Alavés. Con casi un mes de preparación ya a cuestas y con la prudencia que obligan apenas cinco bolos de pretemporada, sí es plausible al menos comenzar a vislumbrar algunas carencias que rodean a un equipo al que aún le restan cuatro jugadores para cerrar la plantilla del año que viene. Con la portería a buen recaudo -Pacheco y la joven promesa Antonio Sivera conforman una dupla de garantías- y el armazón defensivo prácticamente cerrado a la espera de la llegada del madridista Achraf para el lateral derecho, donde más problemas presenta la pizarra de Zubeldía es en la línea medular, especialmente en su faceta más ofensiva. Tomando como referencia los últimos dos partidos, ni Manu García ni Dani Torres, que partieron de salida en el once titular como referentes en el centro del campo, fueron capaces de cohesionar el equipo ni dotarlo de la jerarquía necesaria para dominar el ritmo del partido. Tampoco las entradas de Enzo Zidane, Wakaso o Burgui aliviaron un mal que pone de manifiesto la urgente necesidad que tiene el Alavés de firmar cuanto antes un centrocampista que, como poco, sea capaz de ofrecer un rendimiento parecido al que la pasada temporada dio Marcos Llorente.
interés por jonathas en punta La segunda lectura que ofrece este Alavés de pretemporada pone el foco en los hombres de ataque, donde Christian Santos y Rubén Sobrino suelen alternarse a la espera de que el club refuerce esta demarcación con otros dos compañeros. Una prioridad en estos momentos para Zubeldía a pesar de que el venezolano esté pidiendo a gritos una oportunidad con los tres goles que lleva anotados este verano. En esta línea, al interés del Alavés por jugadores como Borja Mayoral (Real Madrid) se unió ayer el de Jonathas de Jesús, punta brasileño de notable envergadura (192 centímetros) que pretende salir del Rubin Kazan y que ya habría sido ofrecido al Betis, Getafe, Málaga y al propio Alavés. La fórmula para la llegada de este jugador que en su día ya militó en el Elche y la Real Sociedad podría ser una cesión con opción a compra.
A la espera de acontecimientos, la radiografía albiazul ofrece de momento un equipo sin pegada -cero goles en los dos últimos partidos-, y carente de ritmo e identidad en el juego, aunque al menos el tono físico parece el habitual a estas alturas de pretemporada, un aspecto que en los próximos días irá a más con las dobles cargas de trabajo que el cuerpo técnico ha dispuesto en la concentración de Algorfa. Un stage al que se espera incorporar, como reconoció el miércoles Sergio Fernández, a los nuevos jugadores que recalen en la plantilla para completar ese plus que el preparador argentino demanda.