la cita matinal de hoy supondrá la duodécima visita liguera del Athletic a Mendizorrotza, donde el conjunto bilbaino posó por primera vez el 1 de marzo de 1931. Tres meses antes, no obstante, los leones habían recibido a los gasteiztarras en San Mamés. El choque tocó a su fin con un 7-1 que, 87 años después, se mantiene como la mayor goleada en un derbi entre ambos equipos. Los rojiblancos, que pasaron entonces por encima del Alavés, pueden presumir además de tener una buena relación con el feudo babazorro, pues suman ocho victorias, dos empates y una sola derrota en sus comparecencias en Gasteiz.

La serie de triunfos del Athletic a domicilio comenzó con las tres victorias consecutivas logradas por 1-4 en la temporada 1930-1931; por 0-1 en la 1931-1932 y por 0-2 en la 1932-1933. Dos décadas más tarde, el derbi acabó en empate a dos tantos en la campaña 1954-1955 y con triunfo bilbaíno por 0-3 en la 1955-1956. En épocas más recientes, los leones consiguieron encadenar otros dos triunfos consecutivos en Mendizorrotza por 1-2, en los cursos 1998-1999 y 1999-2000. Posteriormente, el conjunto vizcaino volvió a ganar en la 2001-2002 por 2-3 y en la 2002-2003, por 2-4, firmando las tablas en el último envite oficial en el que unos y otros midieron sus fuerzas.

El encuentro se disputó hace once años, el 2 de abril de 2006, y acabó sin goles. Aritz Aduriz, entonces con 25 años y que tuvo que ser sustituido por lesión en el minuto 13, es el único superviviente de aquel derbi, el único finalizado en empate en el campo del Alavés, que logró su única victoria como local frente al Athletic de la mano de José Manuel Esnal, Mané, en diciembre del 2000.

derrota y tensión Aquel derbi, en el que los babazorros se impusieron por 2-1, se celebró en medio de un clima hostil hacia el equipo bilbaino, que fue recibido en Mendizorrotza con fotocopias de billetes lanzados desde la grada. El motivo, lo sucedido siete meses antes en la última jornada de la liga 1999-00. El Athletic, sin nada en juego en términos clasificatorios, recibió en San Mamés a un Alavés con el subcampeonato en mente. Más de uno pensó entonces que los leones no se emplearían al máximo, pero los pupilos de Luis Fernández sumaron los tres puntos en juego al ganar por 2-1, con goles de Julen Guerrero y Carlos García.

Julio Salinas fue el autor del tanto del cuadro gasteiztarra, que no encajó bien la derrota y quedó abocado a disputar la extinta Copa de la UEFA, en la que alcanzaría la final. El tropiezo en la vieja Catedral no sentó nada bien a la afición babazorra, que lo demostró en el único derbi que el Alavés ha podido sacar adelante ante el Athletic en casa. Josu Urrutia, en el minuto 70; y Felipe Guréndez, en los últimos compases del encuentro por cartulina roja directa también, fueron expulsados en el citado envite, en el que nada positivo sacaron los leones de Mendizorrotza.

Hoy, once años después de la última visita oficial a Gasteiz y siete después del amistoso que midió a ambos conjuntos con motivo del noventa aniversario del club babazorro, son los hombres dirigidos por Ernesto Valverde quienes afrontan el choque con Europa en juego, mientras que el Alavés, con la final de Copa entre ceja y ceja, asoma sin retos a la vista en la clasificación.