VITORIA - El Alavés afronta un verano inmerso en la alegría de competir desde el próximo mes de agosto de nuevo en la Primera División después de haber atravesado todo tipo de penurias económicas e institucionales. Se cumplen cinco años desde que el grupo Baskonia se hiciera con el control accionarial del club y espantara la posibilidad más que real de que el Deportivo Alavés desapareciera y figurara ya solo en los libros de historia.

Fue un 24 de junio de 2011 cuando se firmó el acuerdo que hizo posible el renacimiento del club y que en solo cinco años le ha llevado de las catacumbas de la Segunda División B a la gloria de la Liga BBVA. El espectacular crecimiento deportivo se ha visto además acompañado por un saneamiento económico que ha borrado los números rojos que pusieron en peligro sus nueve décadas de vida.

Esa soleada jornada se hizo efectivo el traspaso de poderes entre la directiva encabezada por los empresarios vitorianos Alfredo Ruiz de Gauna y Guillermo Asarta y el desembarco del grupo Baskonia que llegó con la familia Ortiz de Zárate como acompañantes. Hubo que capitalizar un crédito de 2,5 millones de euros para que los nuevos propietarios se hicieran con el control del 66 % del paquete accionarial. El reparto fue casi equitativo con un 34 % controlado por la sociedad del Baskonia Avtibask y el restante 32 que estaba en manos de la familia Ortiz de Zárate.

El grupo inversor liderado por Josean Querejeta y el respaldo de todos los grupos políticos del territorio logró el consenso y apoyo económico para pasar a gestionar el club y trabajar por la consolidación económica y la mejora deportiva de un grupo que, por entonces, purgaba sus penas en la Segunda División B. Fueron unos meses de duras negociaciones por parte del Baskonia antes de tomar el control y hacerlo con el pleno respaldo y acuerdo de las instituciones locales y autonómicas con todas las fuerzas políticas. Solo después de lograr que por escrito todas dieran su visto bueno se logró además una importante inyección económica para un periodo de cinco años que garantizaba la desaparición de una deuda que a punto estuvo de estrangular al club.

Además de garantizar un elevando montante económico, de más de diez millones de euros para un plazo de cinco años, que conluye el próximo día 30, entraron en juego otro tipo de situaciones como las destartaladas instalaciones del colegio de Izarra que fueron la moneda de cambio para afrontar la deuda del club con la Diputación Foral de Álava. La entidad se comprometió a abonar hasta 2023 un canon anual de 200.000 euros, más IVA, y un valor de compra de 5.747.300 euros.

Con el cambio en el accionariado se produjo la entrada del Baskonia para situar a Avelino Fernández de Quincoces como presidente, acompañado de Luis Querejeta, Santi Martínez de Arenaza, Rafa Pedreira y Manu Mendi como representantes de Avtibask, y la presencia de Francicisco Javier y Fernando Ortiz de Zárate qeu completaron el grupo inversor.

Esta unión duró un par de años hasta que el conglomerado del Baskonia adquirió el paquete accionarial de la familia Ortiz de Zárate para tener el dominio absoluto del club con un total del 82 % de los títulos en su poder.

La tarea de la nueva directiva se centró en estabilizar la herida económica y reducir los números rojos de los balances económicos hasta revertirlos en el superávit con el que se han cerrado los dos cursos anteriores y el recién concluido. y además lograr rescatar al equipo de las catacumbas de la Segunda B.

éxitos deportivos La recuperación económica se ha visto acompañada por una meteórica trayectoria en lo deportivo que ha llevado al equipo a tocar la gloria del fútbol nacional en solo cinco temporadas y mirar la Segunda División B como un amargo y mal recuerdo. En la campaña 2011-12, la primera con la nueva directiva, no se pudo clasificar el equipo para el play off de ascenso a segunda. Se dio el salto en junio de 2013 para acceder de nuevo al fútbol profesional y, tras el agónico partido de la salvación en Jaén, dos cursos después el Alavés llega a la Primera División. Ha sido un despegue de solo tres años con dos ascensos de por medio para acceder a la Liga BBVA en un año marcador por la riada de millones de los nuevos derechos televisivos y llevan a Alavés a una nueva dimensión.